Esta mañana ha pasado a disposición judicial el joven, de 26 años, que el pasado viernes entró armado con una escopeta en un bar del Barrio de San Francisco, situado en el número 6 de la calle Gallarda, donde retuvo a varios de los clientes que se encontraba en su interior en ese momento, además de a su propietario.
Antes de entrar, el joven habría realizado dos disparos al aire, lo que provocó una gran alarma, aunque, en un primer momento, “pensaba que eran los niños con petardos”, dijo una de las vecinas.
Además, llegó a realizar un tercer disparo, en este caso, cuando un cliente trató de entrar en el bar y no pudo, al encontrarse la puerta cerrada, por lo que tocó en una ventana, momento en el se realizó otro disparo desde el interior, que no alcanzó a ninguna persona, aunque dejó un agujero en la madera de la ventana.
Los vecinos, con los que ha podido hablar Europa Press, todavía no salen de su asombro, al tiempo que aseguran que no había tenido ningún problema con ningún vecino, por lo que piensan que ha podido tener algún tipo de trastorno.
Mientras tanto, los agentes de la Policía Local que actuaron habrían recuperado varios casquillos de un tejado próximo, al tiempo que un ‘zurrón’ preparado los latas de conservas y una manta, de las que se habría desecho en el portal de una casa próxima al bar.
Los agentes lograron detenerle una vez que volvió al bar por segunda vez, aunque, en esa ocasión, ya había dejado la escopeta que había realizado los disparos.