Prácticamente con la resaca del intenso viaje a tierras chilenas, los Coros y Danzas tendrían la oportunidad de vivir otra experiencia muy especial en su periplo por Marruecos, concretamente en el Festival Árabe-africano de artes populares que se celebró en Agadir entre el 10 y el 19 de octubre de 1986.
Invitados por el ministerio de Asuntos Exteriores español, los artistas rondeños pudieron compartir en este viaje la cultura llena de riqueza y matices del pueblo árabe, además de participar con un importante número de grupos venidos de todo el mundo, un espectacular festival folklórico que conmemoró el veinticinco aniversario de la coronación del rey marroquí, así como de la reconstrucción de la ciudad anfitriona que fue prácticamente destruida en su totalidad tras el terremoto que asoló el lugar en el año 1961. Curiosamente los restos de esa ciudad se conservaron, construyendo la nueva ciudad cerca de la afectada por el seísmo, de ahí que fuera en su momento una de las ciudades marroquíes con edificaciones más modernas.
Los rondeños se hospedaron en un lujoso hotel donde tuvieron más de una semana para disfrutar de la cultura, tradiciones y forma de vida del pueblo marroquí que los acogió con enorme hospitalidad. Veinticinco grupos, sobre todo africanos y árabes, formaban parte del festival, donde también contaron con representación de países como Estados Unidos, Portugal o la propia España.
En su primera visita a Marruecos actuaron en diversas ocasiones, pero cabe destacar la participación del grupo el día 18 en el pueblo de Tarundant, junto a Egipto y Zaire, en un espectáculo que fue retransmitido en directo por la televisión del país. Además actuaciones en la plaza Sidi Mohamed o en el hotel-club Sangho, tampoco se han borrado de la memoria de las personas que disfrutaron de este viaje, donde también hubo sobresaltos. Aunque no afectó de forma directa a los rondeños, no pueden olvidar el momento en el que un representante del país de Gabón, cuya actuación se basaba en el fuego, salió ardiendo sin que se comprendiera hasta instantes después que era un accidente que, afortunadamente, se solucionó con un extintor de forma inmediata.
Tampoco se olvidan de las actuaciones que realizaron en diversos puntos de la ciudad en unos escenarios con elementos naturales muy trabajados y de enorme belleza, con una clara inspiración de la cultura de la zona.
En esos tiempos los Coros y Danzas ya eran un referente de la cultura rondeña en todo el mundo y preparaban el siguiente viaje que les llevaría a Italia, después de diez años. La próxima semana veremos si se produjo y sus detalles.