Directores de culto, películas procedentes de otros países que no son Estados Unidos, actores casi desconocidos, películas que apenas han tenido presencia en las carteleras y que casi no se han promocionado pero que, en muchos casos, se convierten en grandes clásicos del séptimo arte. Los aficionados al cine minoritario tienen la suerte de poder disfrutar en Ronda de varias oportunidades de ver sus películas favoritas en foros formados por grandes aficionados al cine que, con su trabajo y esfuerzo, permiten que no todo lo que se proyecta en la ciudad sean las grandes superproducciones y los títulos más comerciales.
Uno de estos colectivos es la Asociación cultural Laurus que vuelve a poner en marcha su ciclo de proyección de películas después del paréntesis del pasado año donde las obras de mejora del teatro municipal impidieron que se completara el habitual calendario de actividades de este colectivo. Luís Sánchez, presidente de la Asociación Cultural Laurus, fue el encargado de presentar el nuevo ciclo con el que el cine-club cumple veinte años de existencia. Señaló que esta actividad está dirigida a “los rondeños que quieren ver otro tipo de cine”. El nuevo ciclo comenzará este jueves con la proyección de la película ‘Antes que el diablo sepa que has muerto’.
Las proyecciones serán cada jueves a las nueve de la noche en el teatro municipal. El precio de cada película será de cuatro euros con descuento para carnet joven, tercera edad y socios de ‘Másquecine’. También se pone a la venta un abono para esta primera parte del ciclo, compuesto por siete películas, al precio de 18 euros.
Por otra parte, el colectivo ‘Másquecine’ sigue dando la oportunidad, no sólo de ver películas que es imposible ya disfrutar en la gran pantalla y que son grandes clásicos del cine nacional e internacional, sino también poder analizar con aficionados y entendidos todo lo que rodea a cada proyección.
Son dos formas distintas de ver el cine que busca las emociones lejos de los efectos especiales o los grandes presupuestos. Para muchos es el cine con mayúsculas, el de verdad. Para otros es una manera distinta de disfrutar del séptimo arte. Por suerte en Ronda el cinéfilo tiene donde escoger.
