La Asociación de Vecinos ‘Los Picachos de Arriate. denunció lo que consideran numerosas irregularidades que se han producido en el desarrollo de las obras de una urbanización de 187 parcelas situada en el término municipal de Arriate’.
Este colectivo vecinal, que abarca a 16 familias de la zona, informó que en su momento presentó en el ayuntamiento arriateño una serie de alegaciones que fueron desestimadas.
A pesar de ello, antes del inicio de los trabajos se llegó a un acuerdo con la promotora para que, con la intermediación del Consistorio, se redactara un acuerdo en el que se solucionaban algunos de los puntos que se alegaron, documento que finalmente no ha llegado a realizarse. Según Vicente Pimentel, secretario de la asociación de vecinos, han estado sufriendo las obras durante un año “produciéndose situaciones como el no poder salir de nuestras viviendas al tener los accesos cortados”. A pesar de ello siguieron las conversaciones con la promotora, “pero seguimos padeciendo inconvenientes fruto de estas obras”. Una de las preocupaciones de los vecinos es el abastecimiento de agua en la zona ya que afirman que con este proyecto “más el incremento de viviendas previsto por el PGOU de Arriate para este lugar, el consumo de agua será más grande y puede afectar a los pozos de nuestras parcelas”.
Otro problema que denuncian es que los pluviales de la urbanización se evacuan en el Arroyo de la Ventilla, una zona protegida por Medio Ambiente, con el peligro de contaminar el río existente en este paraje. A ello hay que unir que, según los vecinos, las zonas verdes del proyecto son muy pequeñas “y se han cortado y trasplantado encinas que han terminado por secarse”. Los vecinos señalan que, durante las obras, la promotora usó un carril propiedad de los vecinos que ha quedado en muy mal estado tras el paso de las máquinas sin que haya previsión de que se arregle. Con esta situación, Pimentel anunció que se están estudiando posibles acciones legales.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Arriate, el primer teniente de Alcalde, Salvador Cabrera, mostró su extrañeza ante las denuncias de los vecinos al señalar que no tiene constancia oficial de estas protestas, “y desconocía que se había roto el papel de este Ayuntamiento como mediador en este asunto”. Señaló que existe una reunión prevista para el mes de septiembre entre las partes.