El Centro de Desarrollo Rural de la Serranía de Ronda ha dado un paso más en un proyecto de recreación de la época nazarí, que contempla la construcción de un poblado y los diferentes elementos que lo componían.
Dentro de muy pocos días, los que hoy son marcas en el terreno, se comenzarán a convertir en los cimientos del poblado nazarí, que pretende convertirse en un nuevo y original atractivo turístico para la Serranía de Ronda.
No es el primero de Europa, donde ya existen experiencias similares, aunque con otras temáticas, como es el caso del castillo francés de Guédelon, pero es pionero en Andalucía, donde existe una experiencia que tiene una visión parecida, como es el centro de interpretación prehistórico de La Algaba.
¿Qué comían?, ¿Cómo regaban sus huertos?, ¿Cuál era su estructura social?, serán algunas de las preguntas a la que se podrá encontrar una respuesta en esta recreación de una zona rural de la etapa en la que Al-Andalus estuvo dominada por la dinastía Nazarí.
Este proyecto pretende aportar conocimiento sobre el legado cultural que nos dejaron y la importancia que ha tenido en la configuración actual de Andalucía.
Nueva etapa
Esta semana, el Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Fernández, ha visitado este proyecto, donde colabora la Junta de Andalucía con una escuela taller que está compuesta por cinco módulos, donde están recibiendo formación un total de 39 jóvenes menores de 25 años.
En total, la Consejería de Empleo ha invertido 1.136 millones de euros, que permitirán afrontar parte del proceso de transformación de la finca.
En este sentido, los alumnos se centran ahora en la reconstrucción del edificio que será destinado al centro de interpretación del poblado, al que se añaden otras tareas, como la de producir los ladrillos y cerámicas con las que se afrontará la construcción del poblado.
De igual modo, se está procediendo a la realización de diferentes caminos, que se adentran en la zona boscosa de la finca y que ofrecen un recorrido lleno de sabor a naturaleza.
Estos caminos ya dejan ver uno de los atractivos del poblado, con una naturaleza de gran riqueza en su interior, y que ya llaman a volver a vivir en aquella ápoca.
Por otra parte, se pueden ver en los patios los primeros ladrillos y piezas de cerámica con los que se construirá el poblado y sus instalaciones. De igual modo, los carpinteros también se centrarán en el aprendizaje de las técnicas usadas en aquella época para este apartado. En similares condiciones se encuentran los alumnos de carpitería metálica, que ya se manejan con gran destreza en la fragua y el yunque, y cuyos trabajos ya se pueden ver colocados en algunas zonas del perímetro donde se han comenzado a instalar las primeras puertas de entrada.
Empleo futuro
Albañiles, herreros, ceramistas, carpinteros o agricultores, ese se espera que sea el futuro de muchos de estos alumnos que ahora reciben formación, y que se espera que se puedan quedar trabajando en este proyecto, donde tendrán que representar los oficios y técnicas del siglo XV al que nos estamos remontando.
El enclave elegido para la construcción de este poblado nazarí, está en el extremo sur de la comarca rondeña, en una de las últimas fronteras entre el reino Nazarí de Granada y la Cristiandad.
De hecho, dentro de la finca seleccionada, y que fue aportada por el Ayuntamiento de Cortes de la Frontera, se encuentra una torre de vigilancia que se cree que procede, precisamente, de la época nazarí, y que será otro de los actractivos de este proyecto.
Alternativa económica
Además, con esta iniciativa se pretende encontrar una alternativa económica que permitan un desarrollo sostenible.
Desde un primer momento, el proyecto cuenta con una programación que contempla desde el inicio de las actividades hasta la puesta en funcionamiento como un centro turístico.
Además, desde el CEDER se ha insistido en todo momento que se trata de poner en marcha actividades que tengan siempre una repercusión directa sobre la economía y la sociedad en sus diferentes ámbitos.
En este sentido, se abarca en una primera etapa la formación de jóvenes de la comarca, que posteriormente tendrán la oportunidad de poder tener su propio empleo, lo que también conllevaría la fijación de la población, uno de los grandes problemas que en estos momentos tiene que afrontar la Serranía de Ronda, que se ve afectada por una continuada pérdida de población en la mayoría de sus municipios. De este modo, se trata de contribuir a un desarrollo económico sostenible.