Coincidiendo con el fin de semana en que los Coros y Danzas son protagonistas, ‘La Voz de Ronda’, sigue recorriendo con ellos su historia y los viajes que los han hecho recorrer el mundo.
En este caso el destino se repite. Nos trasladamos a la noche del 30 de agosto de 1973. Un autocar con los miembros de la asociación pone rumbo a un destino que ya habían visitado dos años antes. Nos referimos a la localidad francesa de Haguenau. Tan bueno fue el sabor de boca que dejaron en tierras galas dos años antes que fueron de nuevo invitados a participar en sus fiestas. Tras una larga trayectoria donde les llegó a acompañar el mal tiempo llegaron en autocar a la localidad de Ste. Dié donde permanecieron del 2 al 5 de septiembre actuando en la parada anunciadora de las fiestas y en su teatro municipal junto a otros grupos de países tan distintos como Congo, Checoslovaquia, Bélgica o Alemania. Una vez más los rondeños cosecharon un enorme éxito con su actuación como bien se refleja en las crónicas de la prensa local de la época.
Sería el día 6 de septiembre, a primera hora de la mañana, cuando Ronda volviera a Haguenau para formar parte, de nuevo, de las Fiestas del Lúpulo. Según cuentan, el recibimiento fue maravilloso ya que la organización era la misma que la del año 1971 y el grupo rondeño el único que había repetido en este evento, al existir en las normas de la organización la cláusula de no poder contratar a un mismo grupo dos veces en un plazo menor de cinco años.
Los Coros y Danzas compartieron cartel en esta ocasión con grupos de Bulgaria, Hungría, Italia, Suiza, Holanda o el Tirol y la actuación de Ronda volvió a brillar sobre las demás calificándose como de espectáculo ‘grandioso’. Los informes del viaje señalan que ‘la disciplina, las buenas maneras, la excelente puesta a punto del grupo han sido motivos más que suficientes para que los organizadores hicieran patente toda clase de elogios’.
Sendas cartas recibidas por los Coros y Danzas provenientes de Haguenau reflejan claramente el enorme cariño que sembraron entre los franceses y las felicitaciones por el espectáculo cuya imagen se incluyó en los folletos turísticos de promoción de la localidad francesa durante varios años.
Curioso es el documento donde se reflejan las cuentas de ese viaje. En total el coste fue de 86.005, el mismo presupuesto que fue aportado por la localidad francesa, el Ayuntamiento de Ronda y la aportación de la Delegación Nacional de la Sección Femenina. Entre los gastos destacar las 3.520 pesetas que se gastaron en fiambres para las comidas en ruta y las 1.826 en desayunos o pan.
Cada viaje era una auténtica aventura para los rondeños y un éxito cosechado en cada uno de los países en los que eran requeridos. Su prestigio era cada vez mayor a nivel internacional.