Los Coros y Danzas de nuestra ciudad siguen con su periplo que los lleva a viajar más allá de nuestras fronteras mientras que en sus actuaciones por toda España no dejan de cosechar éxitos.
Nos trasladamos en esta ocasión hasta el mes de junio del año 1971. En tierras suizas se celebra los días 16, 17 y 18 de ese mes la conocida fiesta del Gruyere que, como su nombre indica, rinde tributo a uno de los alimentos más apreciados en esa tierra, el queso que lleva su nombre.
Los rondeños son invitados a participar en este festival junto a otros grupos de baile provenientes de todo el mundo. Así que, una vez más, la plaza de España fue testigo de como partía toda la comitiva española para afrontar más de tres días de viaje en donde recorrerían más de 1600 kilómetros. En el autobús todo lo necesario para el festival y algo tan imprescindible como la comida que escondían en un tambor de detergente, camuflada para que no fuera requisada en los controles de las fronteras de los países que atravesaban en su periplo.
En Suiza fueron hospedados en una residencia de esquiadores que, por la época, estaba vacía y desde donde pudieron disfrutar de los impresionantes paisajes del país, tan bellos que el conductor del autobús, al verlos, no dudó en decir que le parecía estar viendo un almanaque.
En el festival se encontraron con grupos de Paraguay, Italia, Francia o el Tirol pero, como estaba ya siendo habitual, brillaron los rondeños con luz propia según refleja la prensa local que informa de que “se llevaron los mayores aplausos del público”. Acompañadas de representantes de la Sección Nacional, los miembros del grupo pasearon la bandera española por las calles suizas, eso si, en la mano, ya que en mitad del viaje se dieron cuenta de que se habían dejado el mástil que debía sujetar la insignia apoyada sobre una de las paredes de la plaza de España a la hora de empezar el viaje.
El viaje a Suiza también sirvió para visitar una fábrica de quesos y también la de una conocida fábrica de chocolates donde les regalaron una selección de sus productos. Los más hábiles los degustaron rápidamente pero los que decidieron traerlos a Ronda como presente solo encontraron a la vuelta una masa uniforme de chocolate.
Anécdotas aparte los Coros y Danzas cosecharon un enorme éxito en este festival que los llevo a recorrer durante varios días otras localidades cercanas donde sus bailes también tuvieron una enorme aceptación en el público suizo. Los viajes por Europa y por el resto del mundo iban a seguir….