Alpandeire celebra con alegría el Huerto del Niño en el Domingo de Resurrección
Además de la verbena que se mantiene durante toda la jornada en la plaza del pueblo, tiene lugar la procesión en la que la Virgen acude al encuentro con el Niño Jesús
Además de la verbena que se mantiene durante toda la jornada en la plaza del pueblo, tiene lugar la procesión en la que la Virgen acude al encuentro con el Niño Jesús
El Domingo de Resurrección lugar la procesión del “Robo del Niño Jesús”, que consistió en el traslado de la imagen desde la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario hasta el Huerto en un ambiente festivo. También se quemó la imagen de Judas que estaba cargada de petardos y colocada en un gran árbol talado para la ocasión
Los vecinos construyen una choza que se sitúa a la entrada de la localidad, donde en la madrugada del sábado al domingo un grupo de jóvenes colocan la imagen del Niño
Este domingo ha echado el cierre definitivo la procesión de Cristo Resucitado y Nuestra Señora de Loreto, que un año más ha puesto en las calles de Ronda la Real Hermandad del Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora en la Soledad
Personas iban portando velas y en riguroso silencio, lo que contribuyó a que se creara un emocionante ambiente
Una señora del pueblo, conocida popularmente como “la Verónica”, limpia el rostro del Señor con una tela, tras lo que queda grabada en la misma la imagen de Nuestro Padre Jesús
El momento más emotivo fue conocido como “Paso”, nombre que se le da al encuentro que se produce entre ambas imágenes en la plaza del pueblo
Este Domingo de Resurrección se celebran las tradicionales Cortesías, fiesta declarada de Singularidad Turística Provincial y nombre que se le da al peculiar encuentro entre la Virgen del Rosario y el Niño
Nazarenos con túnicas negras, escudo de la hermandad y cíngulos blancos, marchaban delante de la Virgen, en la que el puñal clavado en el corazón dejaba claro su dolor por la pérdida del Hijo de Dios
El Santo Entierro partió desde el barrio de San Francisco hasta la carrera oficial en una estación de penitencia marcada por la sobriedad y el pesar