Hoy Sábado 11 de Enero del 2014 propongo dos citas importantes para la recuperación de nuestra memoria, para la verdad, la justicia y la reparación: 1ª/ En la puerta de Parcemasa a las 10:00 para acompañar a María José a hacer un pequeño homenaje a su abuelo Juan López de Gamarra, secretario del partido socialista de Antequera, republicano y miliciano. 2ª/ En la puerta de San Rafael a las 12:00 para el homenaje a todos los fusilados en Málaga en la pirámide-cripta-monumento.
Desde muchos lugares lejanos van a venir familiares de los fusilados. He hablado con Juliana y su marido que a pesar de su avanzada edad vendrán desde Madrid. De Barcelona viene Mª José Barreiro López de Gamarra que como avance me ha enviado unas interesantes reflexiones de su experiencia que resumo:
“En Junio de 2007 compartía mi tiempo con lecturas sobre la represión en Ferrol y un foro de memoria que era lugar de encuentro para saber qué habia pasado de nuestras familias. Una tarde mi conexión coincidió con que colgaron la información para acudir como voluntarios a la exhumación en el cementerio de San Rafael de Málaga. Sin pensarlo leí los requisitos, que no cumplia, como el tiempo que podia dedicar y algo peor: la edad… Aún así no dudé y escribi indicando que yo solo podía dedicar 10 días en el mes de Julio porque mandaba mi hijo a las colonias de verano. La edad la sobrepasaba bastante, pero la contestación llegó rápida y ¡¡¡oh sorpresa!!! había sido admitida.
Cuando leí la contestación me salió del alma esa frase que después me llevé impresa en una camiseta hecha por mí misma: “Abuelo voy para allá”. Nunca había estado cerca de mi abuelo materno, ese abuelo del cual hemos carecido tantos nietos, por habernos sido arrebatado de nuestras vidas. Mi viaje a Málaga en busca de mis raices me llenaba de cierta preocupación, nunca había estado cerca de los restos mortales de otras personas. Aquí llegué y me instalé donde la organización tenia preparado, una residencia de estudiantes, desde la que cada mañana a las ocho nos recogían para llevarnos a la exhumación.
Allí los ví, tirados, arrojados… allí despejé mis dudas sobre temores infundados a ver de cerca la muerte. Allí sentí rabía y lloré. Allí conocí un gran sentimiento de amor a la humanidad. Y a través de estas experiencias aprendí aquello de “todos son mi abuelo” al igual que Juliana decía “todos son mis padres”. Ver sus cráneos, sus tibias, sus falanges, sacar sus vertebras una a una y guardarlas en una caja… fue una experiencia imborrable que me hizo crecer como persona… dentro del orgullo del trabajo colectivo realizado. Cada día al ambiente de los compañeros voluntarios se unia que yo combinaba buscar mis raices en Málaga, conocer la ciudad y la tierra materna tantas veces escuchada, de la que siendo una cría adolescente mi madre tuvo que abandonar y solo volvió ya anciana. “Vine a Málaga a buscar mis raices y las encontré” solía decir con suma alegría.
Entre mis visitas una de ellas fue a PARCEMASA. Me subí al autobus con mi nota de datos de localización del nicho en los osarios. Pasé por la floristeria y elegí unas flores con los colores blanco y rojo que para mi representan a mi familia de Vigo, también incluí un clavel naranja-rojizo que se me antojó representaba a mi hijo catalán y bisnieto del abuelo Juan. Ya en la puerta del cementerio me alegré que fuera un cementerio de estilo nuevo donde los espacios son inmensos y abunda el cesped. Atraversarlo mirando de vez en cuando los mapas que hay por el camino, al sol del mes de julio, a las 10 de la mañana con casi nadie por alli, yo y mis flores en la mano. Llegué muy facilmente hasta la zona de los osarios muy bien señalada y enseguida encontré al abuelo… Por fin abuelo toda una vida sin verte y aunque hubiera una lápida por medio… por fin allí te tenia… me quedé un rato junto a él, le sentí cerca, fue una experiencia increible…por fin tenía abuelo… Antes de irme al abuelo Juan con un beso através de su lápida le prometí que volvería…
La experiencia de la exhumación me hizo conocer la sensación de plenitud ante un Lugar de Memoria algo que hasta entonces nunca había experimentado y que desde aquella sigo frecuentando por cualquier lugar que visite… si antes como gallega me gustaba cada año visitar Santiago… descubrí que mis sepulcros son estos y desde entonces allí donde voy los visito y los honro.”
Por suerte y por el cambio de los tiempos ahora tenemos la ONU de parte de los pueblos de España y el plazo de un año dado al gobierno para dejar sin efecto la ley de amnistía e investigar las desapariciones forzadas cometidas durante el franquismo ya empezó el día 15 del pasado mes de Noviembre. Hoy quedan 308 días.