España cuenta con una de las facturas de luz más caras de toda la Unión Europea, lo que coloca a la población en una situación de especial vulnerabilidad en los meses más fríos del año, cuando se requiere del uso de aparatos de climatización para caldear el ambiente.
No obstante, ante la escasez de cambios en el sector energético y el aumento de las tarifas, los profesionales se pronuncian acerca de cómo es posible amortiguar el impacto de las subidas de la factura de la luz y hacer un mejor uso de las prestaciones de la calefacción.
El mantenimiento, clave en el desempeño diario de los equipos de climatización
Una de las cuestiones sobre la que los expertos ponen más énfasis es en la necesidad de llevar al día el mantenimiento del aparato, sobre todo si está expuesto a un uso intensivo o recurrente. “Aunque hay aspectos que se deben valorar, como la clasificación en la escala energética, influye más el estado de forma en el que se encuentre el aparato que cualquier otro aspecto en lo que respecta a gasto energético”, apunta los expertos.
De hecho, se estima que buena parte de los sobrecostes que se producen en la factura de la luz derivados del uso de dispositivos de climatización tienen su origen en un funcionamiento anómalo del dispositivo. “Esto, aparte de peligroso, es contraproducente porque encarece la factura al precisar un mayor consumo de luz para ofrecer las mismas prestaciones”, comentan.
Esta clase de anomalías suelen producirse cuando existen deficiencias en el cuidado del dispositivo. “Tubos obstruidos, acumulación de suciedad o fallos similares son los responsables más comunes de que el consumo de luz se dispare, y para evitarlo lo mejor suele ser asegurarse de que el equipo de climatización y la calefacción se encuentran en un estado óptimo”, aseguran.
En el caso de confirmarse la presencia de una caldera, la revisión es fundamental para garantizar que no existen fisuras en cuanto a rendimiento y, sobre todo, seguridad. “Las calderas deben ser inspeccionadas por profesionales a fin de garantizar una combustión óptima, ya que, por desgracia, se han conocido casos de combustiones deficientes que han derivado en graves daños personales que es posible evitar si se detectan a tiempo”, comentan.
Es común que algunas firmas incluyan en sus contratos un servicio de mantenimiento, a fin de evitar que estos problemas se produzcan, tal y como confirman los expertos consultados: “cada vez es más normal ver cómo el servicio de mantenimiento se incluye sin coste adicional en los contratos para garantizar un funcionamiento óptimo de la caldera”, afirma el equipo de Tsclima, una de las empresas de referencia en el sector de la climatización que, tal y como afirman en su portal web https://tsclima.com/, siempre se ha caracterizado por llevar a cabo labores de instalación y mantenimiento con gran eficacia.
Otras cuestiones a tener en cuenta para reducir el consumo de luz
Pero, más allá de la integridad del equipo de climatización y las labores de mantenimiento, los expertos ponen el foco en otras cuestiones que también pueden tener repercusiones negativas en la factura de la luz.
Uno de los puntos más delicados es la selección de temperatura, vital para limitar las subidas que de por sí se llevan produciendo desde hace varios meses. “Los selectores de temperatura de radiadores y dispositivos de calefacción son como el velocímetro de un coche: tienen capacidad y potencia para alcanzar valores muy altos, pero no es en absoluto aconsejable llegar a esos extremos, siendo suficiente únicamente con elegir entre tres o cuatro valores de media para poder disfrutar de una temperatura apropiada”, apuntan desde Tsclima.
Según la opinión de su equipo, que es compartida por todos los expertos en climatización, con poner la caldera a 21 grados es suficiente para caldear el interior de una vivienda. “Hay que evitar las temperaturas tropicales, ya que no proporcionan una sensación de confort y pueden llegar a crear desajustes importantes tanto en el equilibrio fisiológico del organismo como en algunos elementos del hogar”, comentan.
A tenor de las funciones que ya incorporan algunos de los modelos smart, los profesionales insisten en que algunas de las nuevas prestaciones son muy positivas para amortiguar el impacto de las subidas de la luz: “una de las opciones más atractivas para el usuario es la posibilidad de programar los encendidos para que la calefacción esté funcionando, bajo unos parámetros de temperatura específicos, solo en las franjas en las que el usuario especifique”, explican.
De hecho, los modelos más modernos suelen incluir una aplicación acompañante que permite realizar cualquier ajuste desde un smartphone o cualquier otro dispositivo inteligente. “Es la opción más cómoda y más eficiente para garantizar que nuestro sistema de calefacción gasta lo justo y necesario, proporcionando el calor necesario en los momentos en los que estemos en casa y siempre en unos rangos de temperatura idóneos”, comentan.
Junto a estas acciones, existe una batería de recomendaciones que busca reducir el precio de la factura de la luz por el uso de la calefacción, como evitar cubrir los radiadores, mantener una adecuada ventilación solo en los momentos en los que el equipo de climatización esté apagado o apostar por la instalación de una caldera de bajo consumo.
“Además de por cuestiones de coste, no cubrir los radiadores ni las estufas es más un tema de seguridad, ya que el calor debe disiparse y no quedar acumulado bajo objetos que puedan obstruir su salida, como ropa, especialmente mantas o abrigos”, comentan desde Tsclima.
Por otro lado, es aconsejable que los modelos más antiguos pasen revisiones periódicas a fin de certificar que cuentan con todo lo necesario para ser utilizados sin temor a un mal funcionamiento. “De no hacerlo, podrían comprometer la integridad de la instalación eléctrica e incluso del hogar, motivo por el cual confiar las tareas de mantenimiento a un equipo de profesionales es tan importante”, sentencian.