La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha informado al Consejo de Gobierno de las obras que está ejecutando, por vía de emergencia, para la mitigación del riesgo hidrológico forestal en los terrenos públicos afectados por el incendio de Sierra Bermeja (Málaga). Las actuaciones comenzaron el pasado 19 de noviembre, «antes de que transcurriera un mes desde la extinción del fuego».
La declaración de emergencia de estas obras se basa en la valoración de los servicios técnicos forestales de la Junta de Andalucía. Desde que se logró controlar el incendio hasta su extinción definitiva, estos profesionales han realizado evaluaciones preliminares de los daños del fuego en Sierra Bermeja con el apoyo de satélites y drones.
Tras valorar los datos recogidos, se han detectado daños que requieren una actuación «prioritaria e inaplazable, ya que existe un riesgo grave e inminente para la seguridad de las personas y los bienes dentro y fuera del perímetro del incendio», han subrayado desde la Junta de Andalucía.
El objetivo de estas labores es restaurar los daños ocasionados por las llamas y minimizar la erosión que pueda provocar en el suelo la lluvia de los próximos meses. Para ello, las actuaciones se centrarán en impedir que las precipitaciones otoñales e invernales «puedan generar graves efectos erosivos y avenidas en las cuencas vertientes como consecuencia de la pérdida súbita de cubierta vegetal a causa del fuego».
Además, la desnudez del suelo podría también llevar aparejada la caída súbita de árboles afectados por el incendio, circunstancia que resultaría especialmente crítica en los terrenos más próximos a la red de carreteras, caminos y senderos por los que transitan las personas.
«El riesgo de fuertes precipitaciones es considerablemente alto en la zona donde se produjo el incendio, ya que la generación de depresiones aisladas en las zonas altas de la atmósfera (DANA) ha provocado fenómenos torrenciales anteriormente en esta área malagueña», han resaltado.
Asimismo, los cauces que atraviesan el área dañada por las llamas desembocan en la costa malagueña, por lo que podrían verse afectadas por las lluvias tanto las personas e infraestructuras ubicadas en el perímetro del incendio como la costa malagueña aledaña, localizada aguas abajo de la zona incendiada.
Entre las primeras obras de restauración que se ejecutarán por la vía de emergencia destacan las actuaciones lineales en carreteras y caminos principales para garantizar el tránsito de personas y vehículos en condiciones de seguridad. Asimismo, se contemplan labores de protección contra la erosión hídrica, como la construcción de fajinas, albarradas y diques de pequeño calado, y tratamientos selvícolas en la masa arbolada afectada por el incendio.
En total, la superficie de monte público en la que se prevé desarrollar los trabajos de emergencia asciende a 2.781 hectáreas de los montes públicos Sierra Bermeja (términos municipales de Estepona y Genalguacil), El Pinar (Casares) y Genalgandúa y La Umbría (Jubrique).
La Junta ha dividido la zona donde se realizarán las labores de emergencia para restaurar el terreno afectado por el incendio de Sierra Bermeja en varias áreas de trabajo diferenciadas. De esta forma, será posible movilizar gran cantidad de recursos de forma simultánea y acortar los plazos de ejecución. Si se cumplen las previsiones, las obras tendrán una duración de nueve meses.
En cuanto a la inversión asociada a las actuaciones de emergencia, el Gobierno andaluz destinará 4,6 millones de euros cofinanciados por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader).
El trabajo realizado por los profesionales del dispositivo Infoca logró que el incendio de Sierra Bermeja, declarado el 8 de septiembre en el término municipal de Jubrique (Málaga), pudiera quedar controlado el día 14 de septiembre. Tras los trabajos de remate y liquidación de puntos calientes, el siniestro quedó finalmente extinguido el pasado 24 de octubre, momento en el que se pudo confirmar que las llamas habían afectado también a terrenos de Júzcar, Faraján, Casares, Estepona, Genalguacil y Benahavís.
En total, según la Junta, el fuego recorrió 8.401 hectáreas que, en su mayoría (7.664 hectáreas), corresponden a áreas forestales. Durante el incendio, que alcanzó el nivel 2 de emergencia, fue necesario desalojar, por prevención, a un total de 2.670 personas. Desgraciadamente, el bombero forestal Carlos Martínez Haro falleció el día 9 de septiembre en acto de servicio mientras participaba en las labores de extinción de las llamas. En dichas tareas participaron efectivos de equipos de intervención de las ocho provincias andaluzas, así como medios del Estado y de otras comunidades autónomas.
