Unicaja Banco mantuvo ayer la última propuesta de despido y traslado colectivo -presentada el martes- en la negociación que mantiene con los sindicatos para dar de baja a 1.513 empleados a pesar de la movilización de los trabajadores contra esta medida.
Esta negociación se lleva a cabo tras la fusión de Unicaja Banco y Liberbank, que supuso la creación del quinto banco del país, con un volumen actual de activos cercanos a los 110.000 millones, más de 4,5 millones de clientes y aproximadamente unas 1.400 oficinas.
La entidad pretende dar de baja a casi 2.700 empleados dado que a los 1.513 despidos se suman unas 1.200 prejubilaciones, 730 que estaban en excedencia en Liberbank y 437 de la antigua Unicaja Banco con los que se ha logrado un acuerdo.
Fuentes de la entidad destacaron las «mejoras» en las condiciones de la propuesta inicial sobre las medidas de desvinculación, «bajo el criterio preferente de afectación de voluntariedad», y en las compensaciones que afectan al ámbito de la movilidad geográfica.
Unicaja explicó que, ante la petición de ampliación de información por parte de los sindicatos, la dirección ha aportado información complementaria y la RLT ha realizado la correspondiente valoración de la información y documentación aportada por la entidad.
Los sindicatos señalan que la entidad les envió el martes por la noche parte de la documentación solicitada relativa a desgloses de costes de determinadas partidas y cierres de oficinas –la entidad ya estimó el cierre en 395-, aunque la Representación Legal de los Trabajadores (RLT) la considera insuficiente.
Todas las centrales consideran que aún falta la mayor parte de la documentación, CCOO asegura que falta «lo esencial», en relación al coste de la homologación de condiciones de trabajo, y otros como SUMA-T CIC y CESICA califican lo recibido de «una parte minúscula de lo solicitado» y «trazos deslavazados», respectivamente.
CCOO ha afirmado que, aunque no disponen de toda la información imprescindible, «toda la representación sindical trabajará en una propuesta conjunta sobre salidas voluntarias, homologación laboral y alternativas a la movilidad geográfica» y propone ampliar el plazo del ERE hasta el 2024 para así evitar las movilidades forzosas.
UGT señaló que ha sido «un día muy farragoso» en la mesa de negociación y que no hubo avances «tras la pobrísima propuesta de la empresa» presentada el miércoles.
Por su parte, el sindicato CESICA expresó que, tras el análisis de la información que se les solicitó ayer, se detecta «una carencia absoluta del nivel de detalle necesario» para poder presentar una contrapropuesta fundamentada.
Mientras, CSIF describe la información recibida como «7 archivos escuetos y sin información relevante» e insiste en una «ridícula e irrisoria propuesta» de Unicaja.
Francisco José
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