Un año más tostones, buñuelos, anís, café y Halloween volvieron a unirse en la Barrio de San Francisco, en una prueba clara de que tradición y fiestas importadas pueden cohabitar en un mismo lugar.
Cientos de vecinos y visitantes no duraron en esperar las largas colas para disfrutar de dos productos tan nuestros como los buñuelos, elaborados por las sabias manos de las vecinas del Barrio, y los tostones de castañas, elaborados sobre las candelas a fuego lento. Todo ello acompañado de café y anís para mitigar el frío que ya se deja sentir sobre la ciudad del Tajo, aunque el agua no llegue y las temperaturas sean agradables durante el día.
Tras la finalización de la degustación, en la que se emplearon varios cientos de castañas y 50 kilos de masa, los primeros vecinos recreaban un pasaje del terror junto a las murallas, que hizo las delicias de los más pequeños y al que se apuntaron muchos mayores. De hecho, algunos de ellos ya acudieron disfrazados a la primera de las actividades.