Los primeros juegos de la saga seguían todos el mismo molde, por un mecanismo de simulación te hacias con el control del cuerpo de un miembro del clan de los asesinos y te dedicabas precisamente a eso, a asesinar a los objetivos que tu clan consideraba oportuno y beneficioso, mientras te movías por las ciudades de la antigüedad como Roma, Venecia, Francia, etc. Sin embargo, esta fórmula llegó a resultar un tanto repetitiva, es por eso que Ubisoft decidió tomarse un descanso de dos años en 2015, en contra de la entrega anual que sacaban hasta este año, para poder pensar un una nueva idea que trajese frescura. Es en este periodo donde nació Assassin’s Creed Origins, que dió una nueva visión a los juegos, haciéndolos mucho más abiertos, creando un mundo que poder explorar sin ninguna limitación y los pequeños elementos de RPG de mejora de personaje.
Esto es importante puesto que Assassin’s Creed Valhalla es la mejora de esta nueva era de Assassin’s Creeds. Empezamos por ver una clara y magnífica ambientación en la época vikinga, con esto no me refiero solo a los escenarios y a los atuendos, que te hacen sentir como si estuvieras reviviendo la historia, sino por toda la veracidad histórica que encontramos durante nuestro tiempo de juego. La saga Assassin’s Creed siempre ha hecho un excelente trabajo en informarse exhaustivamente sobre la historia de la época que quieren representar en su juego, en el caso de Valhalla esto se traduce en un gran número de mitos y leyendas de la mitología nórdica que a parte de entretenerte y acompañarte durante todo tu tiempo de juego, acabarás por conocer mitos reales. Sin embargo, una cosa es el contexto histórico y otra muy diferente la historia que sigue nuestro protagonista durante el juego, ¿y qué tal se le da esto a Assassin’s Creed Valhalla? Y la respuesta corta es que se le da muy bien. Al principio de la partida elegiremos si durante nuestra partida seguiremos a un protagonista hombre o mujer, independientemente de cuál escojáis, la historia no cambia, es simplemente estético. Empezaremos con nuestro protagonista de joven y nos contarán los hechos que sucedieron para llegar al punto en el que comenzaremos a jugar.
Aquí es donde viene lo importante y lo mejor del videojuego, cómo se juega. Como ya he dicho antes es muy diferente a los primeros Assassin’s Creed que salieron a la venta, pero diferente en el sentido de que ahora son mejores. Seguimos pudiendo escalar prácticamente cualquier estructura lo cual te hace sentir como si tuvieses el control sobre cualquier terreno. Seguiremos encontrando atalayas a lo largo del mapa, pero ahora convertidas en montículos que deberemos escalar puesto que históricamente no había edificios suficientemente altos como para poner en ellos las torres. Estas atalayas nos sirven para descubrir el mapa, y creedme, deberéis escalar muchas atalayas para descubrir todo el mapa puesto que no es precisamente pequeño, de hecho, dada su gran extensión nos podremos mover utilizando un caballo o incluso barcos.
Aunque escalar las paredes sea divertido, hay que decir que la mayor cantidad de tiempo la invertiremos en luchar contra enemigos. Las misiones siguen la dinámica de un juego de mundo abierto, te dan unas cuantas misiones secundarias y algunas de la historia principal. Muchas veces estas misiones secundarias ir a algún campamento de los enemigos y recuperar algún objeto, pero para ellos deberás luchar contra los enemigos. Puedes jugar de manera más sigilosa utilizando las herramientas de asesino como la hoja oculta pero también puedes entrar directamente con el hacha y luchar contra todo aquel que se te enfrente. Ganar batallas te hará conseguir experiencia y subir de nivel lo que cual te permitirá mejorar el árbol de habilidades de tu personaje favoreciendo el estilo de lucha que te gusta, haciendo que la experiencia de jugar sea mucho más satisfactoria.
En definitiva, este nuevo Assassin’s Creed Valhalla es la mejora de todos las entregas previas que han servido para que las mecánicas, el mapa, el flujo de historia hayan mejorado hasta el punto en el que poco más se le puede pedir ya a una entrega de esta saga. Ahora solo falta que te animes tú mismo a probarlo y experimentar esta historia desde tus propias manos y que acabes inmerso en el intrigante y fascinante mundo de los vikingos.