A causa de la crisis sanitaria provocada por la propagación del coronavirus el Ayuntamiento de Cartajima, en la línea de las recomendaciones de las autoridades sanitarias, decidió suspender la Feria y Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Rosario, festejos que en condiciones normales se habrían celebrado a finales de la pasada semana. En cambio, el sábado 15 de agosto, y para conmemorar el día de la patrona del municipio, el Consistorio organizó algunas actividades adaptadas a la situación actual de las que disfrutaron con responsabilidad los vecinos del pueblo.
Para empezar, poco antes de mediodía se abrieron las puertas de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario para que los cartajimeños pudieran acompañar a la patrona en el interior del templo. A las 12 se llevó a cabo un repique de campanas y el lanzamiento de cohetes y, a partir de la 1, una charanga recorrió las calles de Cartajima.
Por la tarde, minutos antes de las 6 se volvieron a abrir las puertas de la iglesia, repicaron las campanas y se lanzaron cohetes. A continuación dio comienzo una ofrenda floral a la Virgen del Rosario y, a la vez, la charanga inició otro pasacalles. Tras la entrega de un recuerdo de la festividad a los vecinos, se inició una eucaristía en honor a la patrona, misa que contó con la participación de un coro rociero y que finalizó con un nuevo repique de campanas y lanzamiento de cohetes. La jornada concluyó con los tradicionales fuegos artificiales desde la Plaza de la Iglesia.
En el municipio la feria es un evento muy esperado por todos a lo largo del año, ya que significa la vuelta de muchos cartajimeños que habitualmente se encuentran fuera de la localidad por diferentes motivos por lo que, además de la diversión que garantizan las actividades que se suelen programar, son siempre jornadas de alegría por el reencuentro con familiares y amigos.