Decía hace unos días el Presidente del Gobierno que debemos tener “paciencia” ante las penurias que estamos pasando. Nos pide esto mientras vemos las noticias que un día sí y al otro también nos invaden desde todos los medios de comunicación.
Paciencia, mientras vemos como los políticos cobran sobre-sueldos reciben el salario correspondiente del erario público, pero además desde el partido le dan otro para gastos de representación que viene de las subvenciones que reciben los partidos, también, del erario público. Cobran dietas de alojamiento por tener que residir en Madrid o Sevilla, mientras mantienen viviendas en esas ciudades, hasta el propio Presidente del Gobierno cobra esas dietas, y eso que vive en la Moncloa ¿a cargo de quién? Del erario público de nuevo. Además cobran dietas para comida y bebida, al mismo tiempo que les subvencionan el bar del Congreso para que les salga más baratita la comida, el vino y los gintonic ¿a cargo de quién? No hace falta que lo diga.
Paciencia mientras vemos como en el Parlamento de Andalucía se suben el sueldo, sólo rectificado tras salir a la luz pública. Ahora resulta que ni PP, ni PSOE, ni IU querían hacerlo, pero cuando han arreciado las protestas dan marcha atrás ¿nos quieren hacer creer que si no los hubiéramos pillado habrían parado ese aumento? Paciencia mientras vemos como desde la Consejería de Trabajo de la junta se hacía de todo lo posible e imposible por desviar dinero de los ERES para beneficio de personal amigo, cada vez más políticos y sindicatos implicados en una trama vergonzante.
¿Paciencia nos van a pedir? ¿Creen que tenemos poca? Demasiada paciencia estamos teniendo, que se lo están llevando calentito, están haciendo que pensemos que todos los políticos son unos sinvergüenzas, y lo peor de todo es que quizá tengamos hasta razón.