Los viñedos de la Serranía de Ronda se han llenado de cuadrillas para iniciar la vendimia, que este año se espera que tenga una reducción en la producción de uva de un 25%.
Según se explicó desde la Oficina Comarcal Agraria, este descenso de debe a las plagas del oídio y el mosquito verde, aunque, en la mayoría de los casos, han podido ser controladas de forma efectiva.
Además, las normas que siguen los viticultores de la zona, dejando por cepa un máximo de 1,5 kilos, hacen que esta reducción de la producción no afecte al número de botellas de vino que se podrán embotellar, al ser los propios bodegueros los que desechan buena parte de los racimos, al no cumplir con las condiciones mínimas de calidad.
En la actualidad, la comarca rondeña cuenta con 200 hectáreas de viñedos en producción, que se estima que van a producir 15 millones de kilos de uva.
Con esta cantidad, las bodegas rondeñas podrán sacar al mercado como vino de la añada del 2008 unos 10 millones de botellas.
Jornaleros vecinos
Estamos ante uno de los trabajos de campo más antiguos, que se sigue realizando de forma manual, por lo que es necesario contar con experiencia para poder hacerlo.
En estos momentos, la mayoría de la cuadrillas proceden de poblaciones vecinas a Ronda, como Arriate, Setenil o Alcalá del Valle, donde existía una fuerte inmigración hacia otros lugares donde se realiza la vendima.
Ahora, estos grupos, donde las mujeres son mayoría, pueden dedicar entre un mes y mes y medio a realizar este trabajo, que les reporta unos ingresos medios de unos 50 euros por jornada de trabajo.
En estos momentos, muchos son los que miran a la vendimia como una forma de conseguir unos ingresos extra, ante la crisis que afecta al sector de la construcción, donde se empleaban buena parte de los vecinos de estas localidades limítrofes con Ronda.
Con una jornada de seis horas de trabajo, y la necesidad de emplear a una cuadrilla de diez jornales por hectáreas, las bodegas rondeñas tendrán que destinar unos 80.000 euros al pago de sueldos, aunque en algunos de los casos estamos hablando de explotaciones de pequeñas dimensiones, una o dos hectáreas, que son vendimiadas por los propietarios y algunos familiares, lo que reduce un poco los costes de la recolección.
En la Serranía de Ronda, cada hectárea de viñedo se estima que cuenta con una media de 5.000 plantas.
Primeras variedades
Hasta el momento, se han recogido las variedades más tempranas de uva, que suponen un 40% de la producción final.
En concreto la uva Chardonay blanca y Merlot son de las primeras en entrar en las bodegas, seguidas de otras variedades como Tempranillo y Syrah, siendo Petit Verdot, Cabernet Soubiñon y Cabernet Frant, las últimas en ser cogidas de las cepas.
Preocupación
Mientras tanto, y a pesar de las buenas perspectivas de los vinos rondeños, existe cierta preocupación entre los productores de vinos, que ven con inquietud las noticias que llegan de zonas como Mollina y Jerez, donde se anuncia que para el próximo otoño se tiene previsto arrancar unas 3.000 hectáreas de viñedos, ante al crisis que vive este mercado.
No obstante, de confirmarse estas informaciones, podría tener sus aspectos positivos para la comarca rondeña, donde se apostó desde el principio por los denominados ‘vinos de autor’, un mercado que está soportando mejor la bajada de ventas y las repercusiones negativas que tiene la nueva normativa de tráfico.
Además, podría posibilitar la plantación de nuevos viñedos en la Serranía, aunque la crisis también está afectado a este apartado, estando en suspenso la plantación de unas 30 nuevas hectáreas.
Nueva normativa
Por otra parte, las bodegas hacen frente a una nueva normativa para regular el sector, que les obliga declarar las existencias que tienen en bodega al finalizar el verano, lo que persigue tener un conocimiento mucho más exacto de las producciones, y que podría evitar el que se utilicen marcas para etiquetar vinos de otras zonas.
Mientras tanto, en la comarca de Ronda sigue existiendo un importante problema para la ampliación de las instalaciones de almacenaje de las bodegas, que no está regulada en el actual Plan General de Ordenación Urbana, y que está impidiendo este tipo de actuaciones, por lo que, desde el sector, se ha pedido al Ayuntamiento de Ronda que adopte algún tipo de medida provisional que permita la regularización de este tipo de actuaciones, pendientes del reconocimiento de la implantación de bodegas dentro del nuevo PGOU.
