Los vecinos de La Indiana lleván dos décadas soportando los malos olores y la contaminación de los ríos Gadalevín y Guadiaro, que durante años han estado afectados pora la falta de depuración de sus aguas.
Ahora, tras la cesión de la entrada en funcionamiento de la nueva depuradora de Ronda, muchos eran los que pensaban que había terminado su particular calvario, aunque nada más lejos de la realidad.
Según denuncian los propios vecinos, el río sigue oliendo y en ocasiones lleva ‘nata’, lo que ha provocado que la Agencia Andaluza del Agua anuncie que va a realizar un investigación para comprobar si se están realizando vertidos incontrolados al cauce del río.
Estas quejas han sido traladadas por los vecinos, en varias ocasiones, al alcalde de Ronda, Antonio Marín, que se comprometió a solucionar dicho problema.
Además, Izquierda Unida ha registrado una pregunta en el Parlamento Andaluz en la que se pide que se aclare la situación actual de las aguas, al igual que se compruebe que la nueva EDAR funciona adecudamente.
Mientras tanto, los vecinos no dan crédito a lo que ocurre, y es que son muchos años de casi insoportables olores que ahora pensaban que se habrían terminado.
En este sentido, el portavoz de IU en el Ayuntamiento de Ronda, Rafael Ruiz, señaló que “esto no se puede permitir, es impensable que los rondeños estemos pagando una depuradora para que el río siga muerto”.
En cuanto a la posibilidad de que se trate de vertidos incotrolados, ha pedido a los diferentes responsables de Medio Ambiente que se tomen las medidas de vigilancia necesarias, “tenemos agentes de la Patrulla Verde del Ayuntamiento y al Seprona, y los responsables políticos les tienen que poner los medios para que se vigile este río”
Por su parte, los vecinos se encuentran cansados de promesas y piden soluciones definitivas.
