No lo toques, es inofensivo pero acuérdate del refrán “echar más peste que un chinche”.
Insecto del orden de los hemípteros, popularmente conocidos como Chinches. Como casi todos ellos se alimentan de savia de las plantas, muy característico es que, cuando se toca, deja un desagradable olor en las manos. Por esa razón se incluyen en el grupo de chinches hediondas. En cualquier caso, no hay que confundir estos chinches de las flores con los que causan picaduras en seres humanos que son los llamados chinches de las camas, importantes transmisores de enfermedades mientras que las chinches ralladas son absolutamente inofensivos.
Su tamaño es de hasta 1 cm de longitud y presenta un llamativo color rojo surcado por inconfundibles rayas negras. El abdomen está marcado con manchas de color negro que resaltan sobre el rojo predominante de todo su cuerpo. Está presente en toda la Península Ibérica donde puede verse en primavera y verano en las inflorescencias de las umbelíferas, que son sus plantas nutricias. En ocasiones llegan a concentrarse en gran número sobre estas plantas de las que absorben sus jugos. Habita herbazales y campos llegando a ocupar zonas montanas por encima de los 2.000 metros.
Más allá del mal olor que puede dejar en las manos si lo tocamos, Graphosoma lineatum resulta ser un vistoso insecto que hará lo posible por esconderse de nuestra presencia buscando la parte inferior de las flores o el reverso de los tallos. Con sus llamativos colores advierte a sus depredadores de que no es un alimento de buen gusto, una estrategia que usan los insectos venenosos o con peculiaridades como el mal olor y sabor que se denomina aposematismo.
La foto es de José María Canca Guerra a quien agradezco que me haya permitido usarla.
Bibliografía: https://guadarramistas.com