“Ha sido el mejor concierto de guitarra que he asistido en mi vida”, “un guitarrista fuera de este mundo”, “la guitarra hablaba en sus manos”, estos eran algunos de los comentarios que se oían al salir del estratosférico concierto de Paco Seco en el segundo día del IV Festival Internacional de Guitarra de Ronda, que hizo levantar a todo el publico en una tormenta de aplausos.
Desde su entrada al escenario hasta la última pieza, tuvo a todo el público en vilo, respirando con él y fluyendo con su música, y recibiendo una ovación a cada interpretación. Paco Seco es uno de los más interesantes guitarristas españoles de la actualidad.
Un virtuoso de guitarra que ama fluir con su música, con una presencia escénica muy personal y una personalidad apabullante.
Rara vez tenemos la oportunidad de escuchar a un guitarrista de esta altura, y este Festival organizado por él mismo y su mujer Lucy Stewart, nos lo pone en bandeja a la ciudad de Ronda, que quizás debería de valorar mas la presencia de músicos de su altura.
El concierto estuvo dedicado a su música original y piezas inspiradas principalmente en música tradicional de Andalucía. Cada pieza era un mundo diferente donde se podía escuchar la herencia de la música española y andaluza, el flamenco, el jazz, la musca contemporánea, ritmos y cadencias diversas.
Comenzó con una extensa pieza en tres partes inspirada cada una de ellas en una raga hindú, una danza barroca española y la canción popular andaluza “Los cuatro muleros”. Continuó con la célebre canción andaluza “La tarara”, ¡destilada por tarantas y tango argentino!, “Fantasía sobre El vito”, llena de influencia árabe y contemporánea. Terminó con dos piezas dedicadas a Camarón de la Isla, entre la extravagancia y lo gitano. Y regaló dos bises al publico que los levantó de sus sillas: una Petenera y un Zapateado.
En resumen, un músico grande, un concierto grandioso y un Festival grandísimo.