Los empresarios de hostelería de Ronda ya pueden solicitar la instalación de terrazas en la vía pública con la nueva tasa municipal. La medida aplicada por el Ayuntamiento de la localidad ve la luz tras las protestas de los profesionales del sector, que denunciaron una subida desproporcionada de este tributo, que venía a calcularse en función de los metros cuadrados de ocupación y no por el número de mesas y sillas instaladas. Los empresarios se habían revelado contra la propuesta, al entender que suponía un incremento del 257% sobre la anterior, lo que suponía situar el coste de las terrazas entre las más caras de España, por encima de capitales de provincia como Málaga. Tras esta protesta, ambas partes llegaron a un acuerdo para aceptar una subida del 5%, que ahora ya se encuentra en vigor y a la que se acogen las nuevas altas.
La delegada municipal de Economía, María del Carmen Martínez, realizó ayer un llamamiento para que los empresarios puedan realizar las nuevas solicitudes, en especial, de cara a la próxima Semana Santa, una de las fechas más importantes de la temporada turística. En concreto, será a partir de hoy cuando se puedan realizar las solicitudes en el Ayuntamiento con las nuevas condiciones económicas.
En cuanto a la posible devolución de las cantidades pagadas conforme a la anterior tasa, que llegó a entrar en vigor, Martínez, señaló que «es imposible su devolución», como han pedido algunos de los hosteleros afectados. En concreto, la responsable de Economía explicó la imposibilidad de tomar esa medida, al tratarse de una tasa que estaba en vigor y aprobada por los organismos competentes, por lo que legalmente no habría forma de justificar esa petición. Además, tampoco entraría un compensación en estos momentos, según aseguró ayer Martínez, por lo que las tasas abonadas no podrán ser devueltas en ninguno de los casos.
Por otro lado, el colectivo de quiosqueros sigue a la espera de su negociación, ya que también habían solicitado una reducción del 50% de la nueva tasa por ocupación de la vía pública, al considerar que era excesivamente alta, en especial, para los quioscos situados en calles de primera categoría.