La última nevada dejó ver otra de las muchas carencias que tiene la Serranía de Ronda, en este caso, en cuanto a quitanieves. Y es que en su lugar se utilizaron tractores y máquinas convertidos en quitanieves improvisados ante una nevada anunciada con días de antelación y con alerta naranja activada.
No se trata de poner en duda el trabajo de aquellos que estuvieron muchas horas en las carreteras tratando de abrirlas, se trata de cuestionar los medios con los que cuentan para casos como el ocurrido esta semana. Cierto es que este tipo de nevadas no son ya tan frecuentes como en el pasado, pero lo menos que se pueda exigir es la existencia de un quitanieves como está mandado, que podría ser apoyado por los improvisados sistemas alternativos en caso de necesidad.
Aunque la comparación sea muy manida, da envidia ver esos equipos por las carreteras de Antequera, mientras en la comarca de Ronda andamos con tractores y máquinas que tampoco pueden hacer el trabajo más rápido de lo que lo hacen.
Alguien debe tomar nota de lo ocurrido y poner alguna solución, que no sea un sistema más propio de otros países que de una región que se dice desarrollada, aunque si nos atenemos a las condiciones que presentan las carreteras tampoco nos deberíamos sorprender.
Afortunadamente, las previsiones para toda la jornada no terminaron cumpliéndose y la nieve no llegó en la tarde del jueves, lo que hizo que la situación no resultase mucho más caótica.