El temporal de frío, lluvia y viento dejó ayer una nueva nevada en las cumbres de la Sierra de las Nieves, donde llegó a caer en zonas por debajo de los 1.500 metros de altura. Aunque fue de menor intensidad que la caída en enero de este año, la nieve dejó estampas de gran belleza en los bosques de pinsapos centenarios y de quejigos de alta montaña que se encuentran en la valle del puerto de Los Pilones.
El frío reinante en la zona, con temperaturas entre los tres y los dos grados bajo cero que se registraron en las partes más altas de la sierra, no fue un obstáculo para que los primeros visitantes llegasen, incluso desde la Costa del Sol, a este Parque Natural para disfrutar del manto blanco.
La niebla que cubría casi todas las zonas nevadas dificultaba la ascensión y hacía que la visibilidad fuese muy limitada. Además, las bajas temperaturas provocaron que el carril y la vereda de subida hacia el puerto de Los Pilones, previo a la subida al pico Torrecilla, quedasen completamente helados y el caminar se volvía peligroso en algunos momentos, por lo que era recomendable la utilización de bastones y crámpones para evitar riesgos de caídas.
Mientras tanto, otros menos atrevidos optaron por quedarse en los alrededores del refugio de Quejigales por la conocida como Cañada del Cuerno para encontrarse con los primeros pajares de pinsapos nevados y regresar antes a casa.
