Las merenderas o quitameriendas son un género de liliáceas bulbosas de flores blancas o rosadas que anuncian la llegada del otoño. Estos nombres vernáculos hacen alusión a la estacionalidad de la floración, generalmente de otoñal-invernal, en el que, en tiempos antiguos, los días más cortos adelantaba la hora de la cena, suprimiendo la comida correspondiente a media tarde, la merienda. Habitualmente aparecen ligadas a pastizales montanos con gran intensidad de pisoteo y pastoreo. En la península ibérica se conocen 3 especies, entre las que se encuentra la especie objeto de esta nota.
En 1978 el botánico Benito Valdés describía una nueva especie de Merendera la cual llamó Merendera androcymbioides (Valdes, 1978), epíteto que hacía alusión al parecido con Androcymbium. Fue descrita a partir de ejemplares recogidos en la Serranía de Ronda, más concretamente en “las cercanías de Ronda”. Según comunicación personal a uno de los autores (A.R.G.), por parte de Baltasar Cabezudo, catedrático de Botánica de la Universidad de Málaga, la localidad tipo debió desaparecer con obras de remodelación que se realizaron en los años setenta en la carretera que une Ronda con San Pedro de Alcántara, si bien nos aportó datos aproximados donde Benito Valdés situaba la localidad tipo. Basándonos en esa comunicación y en otras informaciones que también apuntaban al mismo lugar, en diciembre de 1.999 y enero de 2.000, uno de los autores del artículo, Andrés Rodríguez González, acompañado por el técnico del Parque Natural Sierras de Grazalema, Gregorio Pino, (un magnífico botánico desgraciadamente ya fallecido), realizamos varias prospecciones en la zona donde se suponía que Benito Valdés había localizado la planta, la localidad tipo, concretamente en la zona denominada “Linarejos”, pero a pesar de nuestros esfuerzos no fue posible localizar ningún ejemplares.
Merendera androcymbioides es una planta que alcanza los 5-20 cm, de hojas lineales, enteras y generalmente acanaladas, que aparecen de forma simultánea a las flores. Presenta de 1 a 5 flores trímeras y hermafroditas por bulbo, con 6 tépalos libres de color blanco o lila pálido. Cada flor consta de 6 estambres con anteras de 3-5 mm de color amarillo-verdoso y ovario súpero con 3 estilos libres. Floración invernal, de diciembre a marzo.
Este endemismo andaluz es típico de pastizales subnitrófilos y pedregosos, con escasa cobertura de matorral, en un rango altitudinal de entre 500-1500 m. También puede aparecer en bordes de olivar, en sustratos calizos o arcilloso-calizos. Sólo se conocen poblaciones en las provincias de Córdoba, Jaén, Granada, Málaga y Cádiz.
Desde su descubrimiento, las citas en la Serranía de Ronda habían sido muy escasas. Tal vez esto sea consecuencia del escaso periodo y la irregularidad de la floración, o puede que por el poco interés que esta especie suscita en los botánicos españoles. Hasta la fecha, tan solo se disponía de referencias cronológicas por comunicaciones de Manuel Becerra, quién la localizó -por 2006- en el Puerto de Quejigales en el Parque Natural Sierra de Las Nieves. Pocos años después sería un botánico aficionado de Arriate, Juan Ríos Pimentel, quien nos comunicara su presencia en Sierra Hidalga, una pequeña población localizada a últimos de diciembre de 2014. Días después -6 de enero de 2015-, los autores nos desplazamos hasta dicha Sierra para buscar esta joya botánica. En el recorrido hasta donde había sido localizada unos días antes, encontramos un ejemplar aislado junto a un carril en una ladera de escasa pendiente orientada al oeste, a 1.015 m de altitud, con presencia abundante de rocas calizas muy erosionadas. Esta zona había estado sometida durante siglos al aprovechamiento tradicional de los pastos la escasa presencia de encinas, lo que también puede explicarse por el intenso carboneo, al ser una zona cercana a Ronda. Como consecuencia de la reducción actual del pastoreo, el matorral serial ha comenzado a invadir la zona. Con presencia dominante de Ulex parvifolius (aulaga morisca), Quercus coccifera (coscoja), Cistus crispus (jaguarzo o jara rizada) y Rhamnus alaternus (aladierno). Poco después, en esa misma mañana y a una altitud mayor (unos 1.214 m), localizábamos la población encontrada unos días antes por Juan Ríos.
Esa nueva población, a la que denominamos “Antenas de la Hidalga” por la cercanía a este topónimo dentro del Parque Natural Sierra de Las Nieves, posee un número elevado de ejemplares (entre 80 y 100), agrupados en una ladera con fuerte pendiente y orientación predominante sur-sureste, sobre arcillas procedentes de la descomposición de la caliza, abundantes rocas sueltas y escasa cobertura de matorral, muy inferior a la de la descrita anteriormente. La cobertura arbórea es prácticamente nula, tan solo encontramos algunas plantas de la Asparragus horridus entre los ejemplares de Merendera androcymbioides.
Tras hablar de la planta con bastantes aficionados locales a la botánica y con fotógrafos de naturaleza, encontramos una nueva cita, localizada por un botánico apellidado Mangada, cuya ubicación no coincidía con las poblaciones encontradas en años anteriores. Esta nueva población fue visitada por los autores donde se localizó un pequeño rodal con no más de una decena de ejemplares. Ejemplares localizados junto al lugar designado con ese topónimo en el Parque Natural Sierra de Las Nieves.
Semanas después los autores de este artículo localizaron, en febrero de 2.018, otra importante población en las cercanías de Ronda, en la zona conocida como “San Acacio”.
La población de “San Acacio” se asienta sobre un terreno de naturaleza caliza con afloramientos de rocas, donde crecen jóvenes encinas que soportan una fuerte presión de herbivoría que las mantiene con esa morfología achaparrada tan característica. En ese terreno es abundante y dominante sobre otras especies de matorral Cistus albidus (jara blanca), que comparte hábitat con esparragueras y aulaga morisca. El suelo es muy pobre, poco desarrollado e intensamente erosionado por la actividad del ganado. Se observan restos de un antiguo carril con base muy pedregosa y, precisamente en ese carril es donde con más abundancia crecen las Merenderas.
Se ha contabilizado el número de plantas en un cuadrado de 30 por 30 metros en la de más abundancia y se han encontrado 63 plantas, en diverso estado vegetativo, donde encontramos individuos brotando, en plena floración o, incluso, ya pasadas.
Agradecimientos
Agradecemos a Manuel Becerra la comunicación sobre la población de Merendera androcymbioides encontrada en la Sierra de Las Nieves y a Juan Ríos por compartir con nosotros la ubicación de la población de Cueva Bermeja.
Trabajo publicado en la revista El Corzo de la Sociedad Gaditana de Historia Natural.