Los Reyes Magos repartieron ilusión, miles de caramelos y regalos entre los miles de personas que se agolparon en las calles para ver su paseo por las calles de Ronda, en una cabalgata que transcurrió dentro de la normalidad y sin incidentes de importancia que resaltar.
La coincidencia con un día festivo posterior también posibilitó que padres y pequeños pudiesen disfrutar de sus regalos en plena calle. A muchos de ellos se les pudo ver jugando en plazas o parques rondeños.
De este modo se ponía punto final a las fiestas navideñas y se iniciaba el nuevo año con las rebajas, día que muchos aprovecharon para cambiar todos aquellos regalos que entregaron equivocados Sus Majestades.