Termina 2012 y lo hace como empezó, inmersos en una crisis económica que está provocando que muchas familias pasen por una situación muy delicada, en muchos casos, la peor a la que han tenido que hacer frente.
Tampoco ha sido un año fácil para los empresarios rondeños, que han visto en muchos casos como tenían que echar el cierre a sus negocios, en algunos casos con una enorme trayectoria en la ciudad, dejando todavía a más rondeños sin trabajo.
No obstante, también hay que reconocer el esfuerzo de otros muchos para mantener a sus familias casi de forma milagrosa, aquellos que están arrimando en hombro con su jefe para tratar de que la empresa siga adelante, aunque sea con mil y una dificultades, con la esperanza de que 2013 sea el año en que la mejoría comience a ver la luz.
Desde aquí deseamos que el próximo año comience a ver titulares mejores en nuestras portadas, que las noticias positivas comiencen a ganar terreno en las páginas y esta bella ciudad y la comarca pueden comenzar a levantar cabeza. Feliz 2013.