El Consejo Andaluz de Biodiversidad tiene previsto reunirse en el mes de septiembre para analizar la declaración de El Tajo de Ronda como Monumento Natural.
En concreto, según han explicado, se trata ya del último paso de los muchos informes y dictámenes preceptivos que este tipo de declaraciones requiere. Pese a que este sería ya el último paso previo a la citada declaración, han recordado que la tramitación administrativa ha sido «muy compleja», ya que se requiere de «muchos informes y dictámenes de distintos órganos».
En Andalucía existen en la actualidad casi 50 enclaves en todas las provincias que cuentan con esta figura de protección. Para declarar Monumento Natural algún elemento singular de cualquier lugar primero tiene que tener una consideración por parte de la ciudadanía. Así, esta figura de protección, contemplada en la Ley de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, se contempla para espacios y elementos naturales que ya gozan del reconocimiento y el aprecio de la población, por lo que su principal importancia radica en que es demandada por los propios ciudadanos por su vinculación con el espacio y su entorno.
En concreto, a la hora de declarar El Tajo de Ronda como Monumento Natural se han tenido en cuenta tanto sus valores culturales como naturales. Esta garganta de 100 metros de profundidad es una formación geológica creada por la acción erosiva del río Guadalevín. Desde el punto de vista ambiental, destacan las comunidades de aves asentadas en sus riscos y escarpes, especialmente la colonia de cernícalo primilla que nidifica en sus paredes, así como las chovas, halcones peregrinos, búhos reales, vencejos y otras especies protegidas que allí habitan.