En Ronda cualquier persona se percata, según se sube la Cuesta de la Imágenes, de los restos de la antigua Alcazaba de Ronda, más conocido como Castillo del Laurel que fue la principal fortaleza en la Ciudad Soñada, una fortaleza que se cree tuvo orígenes romanos, pese a esto, los restos que hoy día observamos son nazaríes pues fueron estos quienes la reedificaron.
Tras la conquista castellana, en 1485, la fortaleza quedó gravemente dañada, pero siguió en pie en relativo buen estado hasta el siglo XIX, pero con el arribo de las tropas napoleónicas Ronda se puso patas arriba, pero fue a su retirada cuando provocaron graves daños en el patrimonio local, dinamitando la alcazaba dejándola en un estado deplorable de conservación, además de otras lindezas las tropas francesas dinamitaron la Puerta de las Imágenes, monumental puerta que inclusive contaba con un foso.
Durante el resto del siglo XIX el estado de abandono de El Castillo solo hizo agudizarse tal y como muestran las pocas instantáneas decimonónicas tiradas en Ronda que tienen como protagonista a esta fortaleza; como la foto tomada desde una atalaya del barrio de San Francisco en 1879 donde se ve en detalle a la fortaleza, pudiendo admirar el alzado de la torre del homenaje además de muchos lienzos de muralla hoy día desaparecidos, también hay más curiosidades en esta foto como el cementerio aledaño a la iglesia del Espíritu Santo o la nave de la iglesia de la Virgen de Gracia.
Prosiguiendo en este relato sobre el alcázar rondeño toca describir las dos manzanas de edificios más inmediatas al castillo, se trata de los actuales puntos de acceso al aparcamiento de El Castillo, antaño eran las calles Zapatería y Monjas, que fueron adquiridas por la Marquesa de Moctezuma a finales del siglo XIX para demolerlas y hacer el jardín que observamos actualmente, estas casas eran propiedad del Ayuntamiento y fueron adquiridas a cambio de dos casas en la calle Escalona, casas que hoy día son dos solares ruinosos.
En 1897 la Marquesa de Moctezuma levanta el colegio salesiano conocido como El Castillo, para ello demuele los restos de la Alcazaba solo conservándose lo que hoy día observamos; el propio colegio también está en ruinas y puestos a imaginar un futuro utópico debíamos imaginar una Ronda con su alcazaba reconstruida, tras demoler un colegio que jamás se debió construir ahí.