Un vecino de Arriate, Andrés Ramírez, ha querido denunciar hoy su situación de extrema pobreza, según afirma, sin que los servicios sociales cumplan con la promesa que le hicieron el pasado mes de agosto, cuando le indicarían que cursarían una visita para estudiar su caso.
En la actualidad vive en una pequeña habitación, que no dispone ni de agua, ni de luz, además de carecer también de aseos y cuarto de baño, lo que provoca que tenga que recurrir a recoger el agua de lluvia para poder cocinar.
Además, asegura que padece una minusvalía del 65% que le impide trabajar, por lo que ha llegado a plantearse su ingreso en prisión para acabar con su problema, aunque, según dice “yo no soy ningún delincuente”.
De momento, mantiene que los únicos que le prestan ayuda son varios vecinos, que se preocupan por su situación cada día, ante el temor que pueda morir por congelación, debido a las bajas temperaturas que se registrar en la zona, que han llegado a los cinco grados bajo cero durante los días de nevada.
Ahora, la comida la consigue en un supermercado de Arriate, donde obtiene los alimentos fiados, al tiempo que sus propietarios se han ofrecido a lavarle la ropa.
Mientras tanto, su preocupación crece cada día, y es que piensa que su enfermedad está empeorando, y teme que no pueda avisar a una ambulancia en caso de ser necesario, al no existir cobertura para el teléfono móvil que posee.