Martes Santo en Ronda. Es el único día en el que no hay desfiles procesionales en la ciudad y por ello toda la actividad religiosa se centró en el Vía Crucis que, organizado por la Agrupación de Hermandades y el Arciprestazgo congregó un año más a cientos de fieles en la parroquia de Padre Jesús, para iniciar este peculiar recorrido religioso por los rincones más emblemáticos del casco histórico.
Este Vía Crucis se empezó a celebrar a partir del año 1974 y posteriormente se hizo cargo de su organización la Agrupación de Hermandades y Cofradías en 1989.
En una noche despejada y con los cielos claros, Los devotos, que en su mayoría portaban velas blancas, se concentraron a las 22.00 horas en el interior del templo de Padre Jesús, en la barriada que lleva el mismo nombre, para posteriormente cruzar el Puente Viejo y subir la cuesta del Arco de Felipe V.
En las calles empedradas un Cristo crucificado, portado a hombros por los representantes de las distintas hermandades, protagonizaba el cortejo, que utilizó los principales monumentos del conjunto histórico para realizar las correspondientes estaciones de penitencia.
Cada una de las hermandades rondeñas se encargó de la lectura de las estaciones hasta llegar a la colegiata de Santa María la Mayor, donde se puso fin a la noche de oraciones.