El Servicio de Conservación de Carreteras de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía acaba de abrir de nuevo al tráfico la carretera A-2300, entre los municipios gaditanos de Algodonales y Zahara de la Sierra, que quedó cortada el pasado domingo entre los kilómetros 7,8 y 17, por la aparición de un gran socavón en la calzada.
Tras rellenar la zona afectada por el socavón y compactar la calzada, se ha procedido a colocar una capa de zahorra de forma provisional para permitir el tránsito de vehículos.
Durante estos días atrás el Servicio de Conservación de Carreteras de la provincia de Cádiz, que ha contado también con la colaboración de los operarios de Ronda, ha estado trabajando para reabrir esta vía, que se habilitó como alternativa tras los desprendimientos de rocas que se registraron en la A-374 entre Ronda y Sevilla a la altura de El Gastor, hace ahora doce días. De momento esta comunicación sigue cortada y a la espera de los estudios técnicos.
Así las cosas, aunque el uso de esta estrecha carretera de montaña que rodea el pantano de Zahara de la Sierra no es la vía ideal para los desplazamientos entre Ronda, Sevilla y Cádiz, al menos da un respiro a los sufridos conductores que por las distintas carreteras secundarias que se han habitado provisionalmente, tardan hasta más del doble de tiempo para sus desplazamientos.
Por otra parte, sigue sin fecha la reapertura de la A-374 a la altura de El Gastor.
Así las cosas, las rutas más aconsejables por parte de la Guardia Civil para viajar entre Ronda y Sevilla, y a la inversa, son la A-2300 entre Zahara de la Sierra y Algodonales y la A-384 que discurre entre Ronda-Cañete La Real-Almargen, y a partir de ahí el enlace con la A-374 de Villamartín y Jerez.