Gran pregón de Semana Santa el que ha pronunciado este domingo el cofrade rondeño Manuel Gazaba, en el que los sentimientos, la devoción a la Virgen y la humanidad de un cristiano han sido visibles durante toda su intervención.
Con el Teatro Vicente Espinel casi lleno a pesar del día, poco a poco los representantes de las distintas hermandades de Pasión y de Gloria fueron llenando las butacas en uno de los días más especiales de la Agrupación de Hermandades y Cofradías que se esmeró todo lo posible para que todo saliese a la perfección, como así ocurrió.
En el escenario una gran cruz, sin ningún adorno que distorsionara la solemnidad del momento cofrade, presidía el acto. Bajo ella, las autoridades civiles, militares y eclesiásticas en el inicio oficial de la Semana de Pasión de Ronda.
Como siempre, la Banda Municipal de Música de Ronda ‘Aureliano del Real’ de forma magistral abrió el acto solemne interpretando el himno de Andalucía, con todos los asistentes de pie.
Además de la presidencia, formada por la alcaldesa, Teresa Valdenbro, el consiliario de la Agrupación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Salvador Guerrero, el presidente de esta corporación, Jorge García, la juez decana de Ronda, y mandos de los distintos cuerpos de seguridad, en la tribuna de autoridades se pudo ver a una amplia representación del PP y del PSOE, notándose las ausencias de ediles de APR y PA. Es costumbre que ningún concejal de IU acuda a este acto.
El amigo, hermano y compañero de la Hermandad de María Santísima en la Soledad, Antonio Palma Cabrera, fue el encargado de presentar al pregonero, mostrando su total confianza en que su intervención sería brillante, como así fue.
Manuel Gazaba Gil, sobre el que sería interminable relatar su vida cofrade, ya que ha estado al frente de La Soledad más de 23 años, y ha sido presidente de la Agrupación de Cofradías de Ronda durante dos mandatos, hizo lo que se esperaba de él: enalteció, como un hijo de Dios comprometido, la Semana de Pasión de la Ciudad del Tajo.
Para ello se ayudó de la Virgen, Nuestra Señora en la Soledad, con la que mantuvo una conversación íntima en La Merced, en la que intentó relatarle los momentos, emociones, sonidos, sentimientos, colores y olores de la Semana Santa rondeña.
Poco a poco, a los pies de la Virgen a la que tanto ha rezado durante tantos años fue detallando las instantáneas de los distintos desfiles procesionales, las ilusiones y oraciones de los que se ponen el capirote para rezar por las estrechas calles rondeñas.
Pero tras la Pasión, como quiso destacar Gazaba, viene la ilusión, la alegría de ver a Cristo Resucitado en un día en el que repican las campanas y toda Ronda grita con entusiasmo que el Hijo de Dios ha vuelto con nosotros, que está de nuevo en nuestro camino.
Enhorabuena a mi amigo Manolo. Buen comienzo de la Semana de Pasión el que hoy menos vivido.