Las más de cuarenta auxiliares de ayuda domiciliaria de Ronda que cuidan de forma habitual a más de 200 personas dependientes, han iniciado una serie de movilizaciones de cara a exigir que se les pague sus salarios en tiempo y forma, ya que últimamente vienen sufriendo importantes retrasos a la hora de percibir sus sueldos.
Estas trabajadoras fueron contratadas por la empresa cordobesa Ineprodes, a la que el Ayuntamiento de Ronda le adjudicó el servicio de atención a personas mayores, discapacitadas o con problemas de movilidad, tal y como se contempla en la Ley Andaluza de Dependencia.
Los problemas de pago ya se iniciaron el mes pasado, cuando estas trabajadoras percibieron su salario correspondiente al mes de enero el día 20 de febrero. Una situación que se ha vuelto a repetir, ya que a día de hoy aún no han percibido su sueldo correspondiente al mes de febrero.
Ante esta situación las auxiliares se han puesto en contacto con la empresa adjudicataria, que les ha respondido que estos retrasos se están produciendo como consecuencia de que el Ayuntamiento les debe los pagos correspondientes a tres mensualidades, y “que ya no están dispuestos a seguir poniendo ellos el dinero, ya que es una obligación del Consistorio rondeño”, han explicado las trabajadoras.
Tras estos problemas se reunieron con el concejal delegado de Bienestar Social, Álvaro Carreño (IU), quien no resolvió esta situación, por lo que ahora han solicitado una cita urgente con la alcaldesa, Teresa Valdenebro (PSOE), que de momento no les ha ofrecido una fecha para reunirse con ellas.
Precariedad
El problema que tienen estas auxiliares de ayuda domiciliaria se ve agravado ante la situación de precariedad en la que se encuentran. Cada una de ellas cobra 5,50 euros por cada hora de atención a personas dependientes y en la mayoría de los casos tienen que aportar los materiales necesarios y pagar sus desplazamientos.
Por ello también reclaman que este servicio vuelva a ser gestionado directamente por el Ayuntamiento, con lo que el dinero que se quedan las empresas subcontratadas revertiría directamente en sus salarios.