La unión de una serie de factores meteorológicos, como vientos siberianos, borrascas potentes del Atlántico y embolsamiento de aire frío en las Islas Canarias ha llevado a la formación de un potente temporal que ha destrozado todas las previsiones de Cabañuelas que había realizado.
Afortunadamente las lluvias que están cayendo y las que aún nos dejaran los temporales que seguirán a éste, serán fundamentales para nuestros campos y manantiales antes de que llegue el duro verano.
Una vez pasado este temporal en los diez primeros días de marzo, el tiempo tenderá a estabilizarse recuperándose las temperaturas y produciendo la eclosión de vida que es la primavera, después y como corresponde a marzo, vendrán días de cierta inestabilidad y lluvias débiles que darán una pausa hacia final de mes. Lo que significa una Semana Santa con ligera inestabilidad pero con lluvias de poco importancia si es que se producen.
Como fotografía para ilustrar el texto quiero poner una que me ha enviado un amigo del Puente Nuevo de Ronda este jueves 1 de marzo.