Los castañares del valle del Genal comienzan a recibir a los primeros jornaleros para iniciar la recogida de la castaña, aunque no será hasta el mes de octubre cuando se pueda decir que se ha iniciado la campaña de este año, donde se mantiene una importante incertidumbre sobre la calidad de la misma.
De momento, la campaña ya presenta una importante novedad con respecto a años precedentes, donde era habitual ver entre los jornaleros a muchos inmigrantes, especialmente de países como Rumanía o Marruecos, y es que las cuadrillas de trabajadores nacionales se espera que sustituyan a estos trabajadores, ante la falta de trabajo que existe en los sectores que anteriormente les empleaban, como era la construcción en la Costa del Sol.
En este sentido, el gerente de la cooperativa de castañas ‘Valle del Genal, Francisco Cerbán, explicó que se espera que sean cuadrillas de las localidades de Alcalá del Valle o Algodonales las que tengan una mayor presencia, al ser municipios que han seguido teniendo a grupos de trabajadores que se han dedicado a acudir a las campañas de recogida de uvas, manzanas, fresas, espárragos o aceitunas, pero que este año tienen un mayor número de personas disponibles y podrán cubrir campañas como la de las castañas, que habían tenido que descartar en años anteriores por falta de personal.
Estos trabajadores recibirán unos 50 euros diarios por realizar uno de los trabajos más duros del campo, debido a las dificultades que presenta la recogida de las castañas, que se encuentran envueltas en un erizo de púas y enclavados en parajes de fuerte pendiente, por los que se tiene que realizar el transporte a pie hasta zonas donde tengan acceso los vehículos.
En cuanto a la producción de castañas para este año, se mantiene una gran incertidumbre, al no haberse producido lluvias sobre los bosques de castañares en los últimos tiempos, lo que podría haber provocado una considerable reducción del tamaño del fruto. “Realmente no tendremos datos hasta que no se empiece la recogida en todas las zonas, aunque las primeras castañas son de un tamaño inferior a lo esperado”, señaló Cerbán, que también expresó su temor de que no se produzca una producción “record” como se había pensado que se produciría tras las intensas lluvias que habían caído en la zona antes del verano, lo que había provocado que los castaños presentasen una carga de erizos que hacía muchos años que no se producía.
De momento, las primeras estimaciones apuntan a una producción de entre 4 y 5 millones de kilos de castañas, lo que supondría unas cifras muy parecidas a las del pasado año, aunque alejadas de los 8 millones que se esperaban recoger en esta campaña.
En cuanto a su destino, el 70% de la producción se irá al mercado nacional, mientras el 30% restante irá a países como Alemania, Holanda, Portugal, Bélgica e Italia, donde existe la tradición de comer este fruto tostado, al igual que se hace en España.