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Fauna de la Serranía de Ronda: Rana común

Especie estrictamente de agua dulce, aunque está presente fundamentalmente en cursos permanentes de agua. Muestra escasos requerimientos en relación a la calidad del agua

Imagen de rana común tomada en la Serranía. Foto Andrés Rodríguez.

Anfibio anuro, es decir sin cola, de tamaño mediano, de hasta 110 mm de longitud. La coloración es muy variable, aunque suele ser verde, con manchas negras. A veces presenta una línea vertebral clara. El tímpano se ve claramente y los pliegues dorso laterales están moderadamente desarrollados. Los dedos de las extremidades posteriores están unidos por membranas interdigitales muy bien desarrolladas.

Las ranas se encuentran en todos los continentes excepto en la Antártida, pero no están presentes en ciertas islas, especialmente en las alejadas de las masas de tierra continentales. Muchas especies están aisladas, en rangos restringidos por los cambios de clima o territorios inhóspitos, como zonas montañosas, desiertos, tala de bosques, construcción de carreteras u otras barreras artificiales. Por lo general hay una mayor diversidad de ranas en las zonas tropicales que en las regiones templadas, como Europa. Algunas ranas habitan en zonas áridas como los desiertos y se basan en adaptaciones específicas para sobrevivir

Se distribuye por toda la Península Ibérica y el sur de Francia. Ha sido introducida en las Islas Baleares e Islas Canarias.

Especie estrictamente de agua dulce, aunque está presente fundamentalmente en cursos permanentes de agua. Muestra escasos requerimientos en relación a la calidad del agua.

Consume principalmente invertebrados, destacando por su frecuencia de aparición y abundancia dípteros, coleópteros e himenópteros. Ocasionalmente consume vertebrados, incluidos ejemplares de la propia especie.

El período reproductor se extiende fundamentalmente desde abril hasta julio. La reproducción tiene lugar principalmente en cuerpos de agua permanentes. Los adultos seleccionan negativamente como hábitats reproductores ambientes con escaso recubrimiento de vegetación de ribera. Durante la época reproductora las hembras pueden desovar un número medio de 2.309 huevos. La duración del desarrollo larvario  suele ser de dos meses. Los machos alcanzan la madurez sexual con dos años de edad y las hembras con uno.

Comparte hábitat con numerosas especies de anfibios de hábitos terrestres cuando éstas acuden al agua reproducirse. Cuando detectan la proximidad de un depredador, la huida hacia el agua es uno de los principales mecanismos de defensa. Entre sus depredadores se encuentran anfibios, reptiles, aves, mamíferos y crustáceos.

Dos sonidos de los diferentes cantos que emiten los machos han sido relacionados con la atracción de las hembras y el mantenimiento de pequeños territorios dentro de la zona acuática que ocupan. Los adultos toman frecuentemente el sol alrededor del agua, donde también cazan.

En el año 2008  la IUCN le otorgaba una categoría global en cuanto a conservación como de “Preocupación menor”, desde entonces su número no ha hecho sino disminuir, quizás por el uso inadecuado de insecticidas y herbicidas que acaban en las aguas dulces, tal vez por la alteración de sus hábitat a consecuencia de la sequía, la tala de bosques, construcción de carreteras u otras barreras artificiales o un cúmulo de circunstancias, pero la realidad es que las ranas y los demás anfibios están en una cada vez peor estado de conservación.

Bibliografía: www.vertebradosibericos.org; www.ranapedia.com


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