Comienza a funcionar Reservatauro, un parque temático dedicado al toro

Las instalaciones se encuentran situadas en la finca ‘Dehesa de Don Bosco’, siendo impulsadas por el empresario y matador, Rafael Tejada, que tiene previsto realizar un inversión próxima a 3 millones de euros

“Que la gente conozca de primera mano el ecosistema donde habita el toro bravo y el caballo español”. Esa es la premisa con la que nace “Reservatauro”, el primer centro de interpretación de la tauromaquia en España, situado en la Dehesa de Don Bosco que se encuentra en la carretera de Campillos, a unos escasos 6 kilómetros de la ciudad del Tajo. El diestro, Rafael Gutiérrez Tejada, ha emprendido en su finca este proyecto, con el que pretende “completar la oferta con respecto a la tauromaquia que existe en nuestra ciudad”.

La dehesa no es un entorno silvestre, ni se pretende que así lo sea, pero no por ello deja de ser un entorno natural. En la dehesa, el trabajo del hombre, hace que se adecúen las condiciones de la zona a las necesidades del toro bravo y su crianza. Así lo ha entendido Rafael, y así lo ha puesto en práctica en un lugar tan propicio para ello como la Dehesa de Don Bosco y que a su vez está tan cercano a la ciudad que presume de ser la cuna del toreo.

Pero el torero quiere ir aún más allá en esta concepción de la dehesa, quiere que la gente conozca el trabajo que en ella se realiza, organizando visitas guiadas a la misma, tanto para turistas, como para aquellos amantes o interesados en el mundo del toro bravo que quieran profundizar un poco más en su conocimiento del mismo.

Las visitas se organizarán de la siguiente manera, cuatro autobuses diarios, dos por la mañana y dos por la tarde, saldrán de la puerta de la Plaza de Toros de Ronda rumbo a la finca. La primera parada del recorrido será la plaza de tientas de la dehesa, en la que, según explicaba Rafael en la presentación, “se hace el trabajo de laboratorio, se eligen a las vaquillas en las que se busca ya no una morfología determinada, si no un comportamiento, una embestida”, para que se conviertan así en las madres de las futuras reses que saldrán de la ganadería para ser toreadas, porque uno de los principales activos de una ganadería de toros bravos no es otro que su valor genético. Posteriormente se sale de la plaza en pequeños furgones de unas 20 plazas y se inicia la visita a la finca, donde se pueden ver tanto las dependencias ganaderas del manejo del animal, como las distintas etapas por las que pasan los toros, desde que están con sus madres y aún no han sido destetados, pasando el período en el que son becerros y hasta llegar a los sementales.

Los visitantes podrán ver de cerca a los toros bravos en la dehesa

Por el camino, además de comprobar el valor ganadero de la finca, también se puede apreciar su valía histórica, pues encontramos algunas de las construcciones de la antigüedad que allí se conservan, como majanos; neveros, en los que se guardaba la nieve que caía en la finca, la cuál se usaba como refrigerante para conservar el pescado que se traía de la costa, entre otras funciones; o caleras, que eran esos hornos en los que se quemaba la piedra caliza para convertirla en cal viva.

Para finalizar nuestro recorrido por esta finca que tiene unas 200 hectáreas y en la que en la actualidad hay unas 80 cabezas de ganado, qué mejor lugar que un picadero perfectamente aclimatado para su uso en la práctica del toreo de salón, en el que los visitantes pueden ver los aperos que usan los toreros tanto en la lidia, como capotes, muletas o espadas; como en el entrenamiento, como los distintos carretones. También durante la presentación, Rafael enseñó a los asistentes la diferencia entre dos tipos de caballos totalmente dispares, distintos en su morfología y también en su doma, como son el caballo de raza española y el caballo que se usatradicionalmente para picar.

“Reservatauro” no ha hecho más que empezar, y ésta es solo la primera fase de un proyecto cuya segunda fase estaría centrada en la realización de distintos eventos dentro de la finca.