El abandonado edificio del Mueble Rondeño además de okupas ya también acoge a animales en su interior

Si hace una semana Diario Ronda publicaba que el Edificio del Mueble Rondeño, situado en el Polígono de El Fuerte, había vuelto a ser utilizado por okupas, ahora incluso este recinto está acogiendo hasta animales, como es el caso de un perro de grandes dimensiones que se encuentra amarrado con una cadena en uno de los pasillos de la planta baja.

Como se demuestra en la fotografía que acompaña esta información, el animal se intenta refugiar en una zona en la que la sombra alivia las altas temperaturas que durante este mes de septiembre se están registrando en el inmueble, que está rodeado de cristaleras.

A pesar de que desde el Ayuntamiento se decidió tapiar la entrada trasera del edificio, los okupas han logrado buscar un nuevo acceso para poder entrar al interior, donde incluso una de las dependencias han sido tapadas con mantas y sábanas, para ocultar este habitáculo.

Hay que recordar que tras saltar esta noticia, que generó gran alarma entre la población, el concejal delegado de Derechos Sociales, Álvaro Carreño (IU), afirmó que los cuatro okupas, tres hombres y una mujer, que vivían en el Edificio del Mueble Rondeño, serían realojados de forma temporal en una pensión de la ciudad y que después se les buscaría una solución más duradera.

Tas ser desalojados durante aquellos días, de madrugada y por parte de agentes de la Policía Local, a estas personas (que no cuentan con recursos económicos) se les facilitó una pensión durante un periodo de siete días, pasado ese tiempo la Delegación Municipal de Derechos sociales, que dirige Álvaro Carreño (IU), dejó de pagarles el alojamiento y se vieron de nuevo en la calle y sin donde cobijarse. Es decir, que se desentendió de ellos una vez pasada la polémica y después de que remitiesen las quejas de la oposición municipal por estos hechos.

Ante esta situación, ahora, cuando han pasado tres meses, algunas de estas personas han vuelto a ocupar este edificio público donde están pasando las noches, que no reúne las mínimas condiciones de seguridad y de salubridad, más durante este verano cuando las temperaturas han alcanzado los 40 grados, lo que ha provocado el interior de este inmueble sea un auténtico horno. Otros se han ido a otros edificios públicos.