Con la reinauguración del hotel se culmina un largo proceso. ¿Cómo ha sido el camino hasta llegar aquí?
Ha habido toda una transición desde el año 2010, cuando el hotel estaba gestionado por otro grupo. En 2011 hubo un cambio importante, que fue la gestión directa por parte de la propiedad del establecimiento, es decir, de la Fundación Unicaja. Se mejoraron aspectos importantes del servicio y se aumentó la ocupación, pero el principal objetivo era un grupo hotelero importante que creyese en nuestro proyecto e invirtiese en él. Y finalmente el proceso culminó con Hoteles Catalonia, que invirtieron aquí e hizo una magnífica reforma en el hotel.
¿En cuanto se puede cuantificar la inversión de Catalonia?
La cifra es importante pero yo prefiero no dar ningún dato concreto porque no es mi área. Yo me dedico a la gestión del día a día en el hotel. Pero es cierto que es una cantidad muy importante, con muchos ceros. En vuestro periódico ha salido publicada una cifra y la verdad es que se acerca bastante a la realidad. Y eso se puede ver en el cambio que se le ha dado al hotel en todos los aspectos.
Usted ha estado presente en todo el proceso de remodelación.
Efectivamente, he tenido la oportunidad de presenciar ese cambio al completo, desde que se empezó a trabajar sobre los planos y con las primeras demoliciones hasta poder ver la evolución y finalmente el resultado de toda la remodelación.
¿Ha sido un desafío para usted?
Es un proyecto apasionante. La verdad es que motiva mucho poder estar al frente de un establecimiento de esta trayectoria y esta historia, en una ciudad tan importante como Ronda y con la cantidad de personalidades que han pasado por aquí. De hecho, en breve vamos a empezar a trabajar con una agencia especializada para recuperar la historia del hotel en sus inicios, cuando la compañía ferroviaria inglesa construyó la línea férrea e hicieron el Hotel Reina Cristina de Algeciras y el Reina Victoria de Ronda. Así que ahora una agencia de viajes está recuperando este proyecto del que nosotros vamos a formar parte y esperamos conseguir clientes por medio de esta idea, igual que de otras muchas agencias. Lo que sí es cierto es que hoteles como el Reina Victoria hay pocos en toda la geografía española.
La transformación del hotel ha sido bastante profunda. ¿Ha sido una apuesta por adaptarse a los nuevos tiempos?
Sí, yo creo que ahora el público de Ronda que nos visite y los clientes habituales que han visto el cambio lo primero que han sentido ha sido asombro. Pero esto hay que verlo con perspectiva de futuro. A nivel de instalaciones internas y todo lo que el cliente no ve, la transformación es total. Y en cuanto a nivel estético y lo que todos vemos se ha hecho una apuesta de futuro, con un aspecto novedoso pero con un diseño que mantiene su parte de elegancia y señorío. Yo estoy convencido de que el futuro nos dará la razón.
Sin embargo se han respetado algunas estancias, como un salón con el papel original y la habitación de Rainer Maria Rilke.
Así es. Por parte de la dirección de obras y de imagen se ha querido mantener las partes históricas del hotel que se conservaban en mejor estado y por eso hay salas como el salón de los espejos, como nosotros lo llamamos, o la zona de bajada de la escalera de los clientes, que tienen la ornamentación original de la época de construcción.
Se ha hecho un esfuerzo en la piscina y en la creación de un ‘spa’, por ejemplo, que son dos instalaciones muy demandadas por los clientes.
Las reformas no solo han contemplado mejorar las instalaciones y las habitaciones, sino que se ha hecho una apuesta de futuro, sobre todo con el ‘spa’ y el ‘wellness’ y la terraza exterior. En definitiva, la apuesta de Catalonia Reina Victoria es una apuesta de muy primer nivel, no solo en Andalucía sino que yo diría que a nivel nacional.
El hotel también gana en capacidad porque se han aumentado las habitaciones.
Finalmente van a ser 95 habitaciones, así que se ha ampliado casi un 10% la capacidad. Consideramos que tener un gran número de habitaciones era muy importante, porque el mercado del grupo es muy amplio y de esa forma podemos tener algunos grupos más alojándose al mismo tiempo.
En este tiempo ha habido muchas especulaciones en cuanto a la situación de los empleados, pero finalmente la plantilla no solo no ha disminuido, sino que incluso ha aumentado.
Es cierto. Por parte de Catalonia lo primero que se ha hecho ha sido consolidar el empleo, porque al principio hubo muchas dudas e incluso se hizo un Expediente de Regulación de Empleo. Pero luego se comunicó a los trabajadores que una vez que terminaran las obras se aseguraba su reincorporación, como así ha sido. Además también se han establecido nuevos servicios, como la captación y organización de eventos como bodas, banquetes y reuniones de empresas, que han hecho posible que se empleen a más personas. Y esto es algo muy positivo, porque al fin y al cabo es empleo para Ronda y su comarca.
Así que el personal que combina gente nueva con antiguos trabajadores.
Sí, creo que tenemos una buena combinación en la plantilla, con empleados con muchos años de experiencia que también se compensa con la incorporación de personas jóvenes, con otra mentalidad y más interesado en el mundo de Internet. Así que ese doble aspecto nos hace tener una plantilla a la altura del hotel.
¿Cómo definiría el espíritu de Catalonia?
Es una empresa admirable, en el sentido de que está gestionada por la tercera o la cuarta generación de la familia que fundó la empresa. Eran empresarios en la época en que el textil era muy importante en Barcelona y de ahí empezaron a incorporarse con el tiempo al mundo hotelero. Y a día de hoy la compañía tiene más de 70 hoteles, principalmente en la península, aunque también en Baleares y Canarias. Además tiene un grupo de hoteles con mucho nivel, de cuatro y cinco estrellas, en la Riviera Maya y República Dominicana.
La apuesta por Ronda era un tanto arriesgada, porque significaba salirse un poco de las principales zonas de influencia de la cadena. ¿Le explicaron cuáles fueron sus motivaciones?
Bueno, ha habido conversaciones en las que ha salido el tema. Ellos hicieron una apuesta importante con Ronda debido a que como ya he dicho quedan muy pocos hoteles como este en España, con esta historia, esta categoría y este entorno tan maravilloso. Eso demuestra lo buenos empresarios que son, porque fue una apuesta muy importante.
¿Cuál es su principal objetivo al frente del hotel?
Mi interés principal es que los clientes estén contentos, ese debe ser siempre el objetivo número uno. Y luego también hay que tener contentos a los jefes y a los empleados. Si conseguimos esos tres objetivos tendremos mucho ganado, aunque lógicamente también hay que conseguir rentabilidad. Si todo eso se consigue se traducirá en una mejor valoración por parte del cliente y la percepción de un hotel de calidad.
Hoy en día el cliente es más exigente que hace unos años. ¿Tendrá el visitante del Reina Victoria satisfechas sus pretensiones?
Hombre, hay cosas muy básicas pero que si las conseguimos el cliente lo aprecia mucho. Por ejemplo, la limpieza, un entorno de paz y tranquilidad, una buena cama para que el cliente descanse bien, un buen desayuno, y por supuesto la sonrisa del personal del hotel.
¿Le ilusiona el acto de inauguración?
Sí, tenemos muchas ganas de pasar una buena noche, que nos divirtamos todos y compartamos el éxito de tener el hotel terminado. Y también brindar por la nueva andadura que ahora empieza, en la que vamos a necesitar de la ayuda de todos nuestros clientes, nuestros amigos y de toda la sociedad rondeña.
El Reina Victoria siempre ha tenido fama de ser un hotel abierto a los rondeños. ¿Va a seguir siendo así?
Ese es uno de nuestros propósitos. A nosotros nos encantaría que el público rondeño recuperara sus tardes de café y disfrutaran de los atardeceres de Ronda en el Reina Victoria, porque tenemos una terraza muy bonita prácticamente a pie de Tajo que los rondeños tienen que conocer. Ahora van a encontrar una nueva carta, con unos menús muy económicos que nos gustaría que todo el mundo probara, además de una amplia gama de copas y combinados.
¿Se va a hacer un esfuerzo por mantener unos precios mesurados?
Sí, todo el público puede conocer los precios a través de Internet o con una llamada de teléfono, pero el precio de una habitación puede rondar los 70 o 75 euros. En algunos casos puede ser un poco más, pero creo que es algo asequible a todos los bolsillos.
Tenían el compromiso de abrir el 1 de agosto y lo han cumplido incluso aunque todavía estaban en marcha algunas obras.
Para nosotros era importante poner una fecha, y pusimos el 1 de agosto. Era un objetivo difícil pero se ha cumplido, y esto nos da la oportunidad de poner a rodar el hotel, porque siempre se hace necesario una pequeña puesta en marcha porque tenemos servicios y equipos nuevos, y ya hemos comprobado que todo funciona perfectamente, así que de cara a la apertura del día 24 tenemos un trabajo más intenso.
¿Qué mensaje lanzaría a todos los rondeños de cara a esta nueva aventura del Reina Victoria?
Que les esperamos, que tenemos las puertas abiertas y que aquí podrán sentirse como en su casa. Pueden venir a disfrutar de un café o de una velada nocturna, y también pueden contar con nosotros como lugar de celebración de eventos, porque a pesar de los tiempos tan difíciles que estamos pasando hay que seguir celebrando cosas y disfrutando porque eso es lo que hace que nos animemos.