¿Cuántas reuniones han habido en su comunidad de vecinos para hablar sobre el Plan General que les han presentado los representantes municipales? ¿Ninguna?
¿Ha habido algún coloquio en la Asociación del Barrio que Vd sepa?, y en la Asociación Cultural o Profesional a que Vd pertenece ¿han recibido alguna invitación a participar en cualquier tipo de encuentro para tratar un tema tan transcendente para todos? ¿Que tampoco ha tenido noticias?
Tal vez haya oído en los medios de comunicación locales, algunos directamente gestionados por el Ayuntamiento, que tal o cual día se iba a hablar sobre las propuestas para el PGOU. ¿Que no lo ha oído o leído?
No me diga que no le ha parado por la calle algún encuestador para preguntarle su parecer sobre determinados cambios en el urbanismo de la ciudad. ¿No? ¿Que tampoco ha recibido ningún cuestionario en su domicilio para que se pronunciara sobre determinada actuación prevista?
Tal vez ocurra que Vd no se preocupa mucho por estos temas tan aburridos e incomprensibles o que simplemente no tiene tiempo para asuntos tan etéreos y no ha prestado atención. Pero alguno de sus hijos socio de ONGs o con inclinaciones políticas o, simplemente, indignado como tantos ciudadanos, sí que habrá estado al corriente y participado en algunas reuniones o actos.
¿Tampoco?
No lo puedo entender pues en nada se parece lo anterior a las manifestaciones tan rotundas realizadas a bombo y platillo por el Sr Harillo, concejal a la sazón de Urbanismo, con más de un año en el cargo y al frente de este asunto en el que dice ha puesto todo su empeño.
Aún me resulta más incomprensible leyendo lo que pone el equipo redactor en la Memoria del PGOU y de lo que se jacta:
“1.2.6. LA DIMENSIÓN PARTICIPATIVA.
Parece inexcusable que, hoy por hoy, sea absolutamente necesario considerar los procesos participativos no solo como un requerimiento legal sino como un criterio ideológico.
En consecuencia, también este nuevo Plan es el resultado de un amplio e intenso proceso de participación ciudadana con la finalidad de que el mismo se ajuste a las aspiraciones, opiniones y demandas expresadas por los ciudadanos, y como mecanismo clave para garantizar su operatividad.”
Si no se lo cree, (ya saben: soy muy conflictivo), lea la página 17 de la Memoria de Ordenación del dichoso PGOU que podrá encontrar fácilmente pasándose por la tenebrosa sala del sótano oscuro del Ayuntamiento. Sí, esa con tantos escalones de bajada y subida. La participativa.