La crisis nos tapa los ojos y no deja ver más allá del horizonte, pero un pequeño oasis ha llegado a Ronda en mitad de tanta noticia negativa. De una parte, el hotel Reina Victoria anuncia su apertura y eso supone mayor actividad y un gran paso adelante en la oferta turística rondeña. Desde luego, aunque los precedentes no eran buenos con otras firmas, Catalonia deja claro con su inversión de 7,3 millones de euros que su apuesta por Ronda va en serio. Nada de juegos de artificio y anuncios a bombo y platillo que luego quedaban en nada.
Ahora sí, Ronda podrá decir que tiene dos hoteles punteros de tamaño considerable y de gran calidad. Parador y Catalonia Reina Victoria deben ser el motor de un sector que sigue tirando de la economía rondeña. A ello se unen la oferta local, con hoteles de menor tamaño, pero con una calidad de servicio y humana difícil de igualar.
Mientras tanto, el anuncio de un proyecto para la construcción de una residencia de ancianos también viene a poner una gota de esperanza en el futuro de la ciudad. De llevarse a efecto, y todo parece apuntar en la buena dirección, este tipo de establecimientos son de los que más puestos de trabajo directo pueden generar, además de los que se deriven de la propia construcción.
De este modo, aunque todo pinte negro, unos puntos blancos en el horizonte no vienen nada mal para levantar un poco el ánimo, aunque sea por detalles puntuales.