Hace ahora 30 años, en 1987, la Hermandad Trinitaria del Santísimo Cristo de los Remedios y Nuestra Señora de las Angustias se propuso conservar, e incluso fomentar, una tradición tan anclada en nuestra ciudad como es la de las Cruces de Mayo, y la verdad es que pasadas estas tres décadas podemos decir que lo ha logrado.
Hoy, como en años anteriores, decenas de tronos y pasos portados por niños y jóvenes rondeños se han vuelto a concentrar en la plaza de Los Descalzos, alrededor de una gran cruz, para compartir sus ilusiones, fe y, por qué no decirlo, su pasión cofrade.
Eran horquilleros y horquilleras, costaleros y costaleras, los que tras semanas de trabajo para elaborar y decorar los tronos y pasos han paseado a la Santa Cruz por las inmediaciones de la parroquia de Santa Cecilia, donde cientos de personas han presenciado este espectáculo único de la primavera rondeña.
La actividad, organizada por las Angustias, ha contado con la colaboración del Ayuntamiento y de la Asociación Cultural Abul-Beka, que con uno de sus grupos ha ofrecido unos bailes tradicionales para animar aún más la tarde.
Había trofeo para todos, con lo que todos los tronos y pasos han recibido su reconocimiento por seguir manteniendo esta tradición tan nuestra, religiosa y colorida.