La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Cartajima ha apostado por unir tradición y modernidad introduciendo las nuevas tecnologías en el funcionamiento y la organización de este histórico colectivo.
Yolanda Benítez, miembro de la hermandad, ha explicado que en los próximos días se creará una página en la popular red social Facebook donde se comenzará a incluir contenido audiovisual, fotografías, información sobre la trayectoria de la hermandad, futuros proyectos, reuniones, eventos, procesiones o misas de los hermanos difuntos. El objetivo de la creación de esta nueva plataforma de comunicación es que todos los integrantes de la agrupación, residan habitualmente o no en Cartajima, estén informados a tiempo real de todos los temas de interés relacionados con la hermandad. Por tanto, esta página servirá de nexo de unión entre los hermanos no sólo durante la Semana Santa y las fechas previas, sino durante todo el año. Además, ya se ha creado un chat en WhatsApp en el que se ha incluido a todos los miembros del colectivo con el fin de estar permanentemente en contacto e intercambiar impresiones sobre diferentes asuntos concernientes a la hermandad.
Benítez ha indicado que se tiene constancia de que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Cartajima fue fundada a finales del siglo XVI o principios del XVII, aunque todos los documentos que así lo constataban fueron destruidos. En la actualidad esta asociación de fieles está compuesta por alrededor de un centenar de hermanos, cifra que se ha ido manteniendo en las últimas décadas.
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Cartajima fue creada con unos marcados fines solidarios y de ayuda al prójimo. Además, destaca la particularidad de que, desde hace siglos y hasta hoy en día, se ha conservado la tradición de que, cada vez que una persona perteneciente a la hermandad muere, todos los hermanos se reúnen en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Cartajima, desde donde parten hacia el domicilio del fallecido. Después, portando cirios y caminando tras el estandarte de la hermandad, de manera similar a una procesión, todos los hermanos acompañan al fallecido hasta la iglesia, donde el sacerdote oficia la misa de difuntos. Por último y al igual que en el camino hasta la iglesia, los integrantes de la hermandad preceden al difunto hasta el cementerio de la localidad.
Yolanda Benítez ha comentado que la mayoría de los miembros de la agrupación tienen una edad que oscila entre los 30 y los 60 años, por lo que con la introducción de las nuevas tecnologías en el día a día de la hermandad se pretende también atraer la atención de las personas más jóvenes, porque “las puertas están abiertas para todos aquellos que se deseen incorporar”, indicó Benítez, que por último añadió que espera que esta iniciativa funcione y que fomente la participación de los hermanos.
