Las ruinas del campo de fútbol vuelven a ser de titularidad municipal. Lejos queda aquella pantomima de derribo, al que acudieron numerosos ediles, copa incluida, y hasta un representante de la firma vasca, o así se le anunció. Parecía que faltaba tiempo para que las máquinas entrasen en el recinto y comenzaran a tumbar cosas. Luego, en otra magnífica maniobra de cara a la galería, y que quedará para los anales de la historia, las máquinas hicieron un gran socavón para retirar la buena tierra del terreno que juego del viejo municipal, esa que hacía que el drenaje funcionase a la perfección. Lo importante parecía ser que se viesen máquinas y se pudiese creer, como algunos llegaron a pensar, que el proyecto estaba en marcha. Nada más lejos de la realidad.
Ahora, después de muchos meses y con la operación Acinipo investigando aquella venta de terrenos, el Consistorio vuelve a recuperar lo poco que queda el añorado campo de fútbol rondeño. Casi lo mejor sería tapar el agujero y volverlo a recuperar, después de comprobar que mega ciudad deportiva que se nos vendió, y que empezó en la época de Juan Benítez como alcalde, ha terminado siendo poco más de un llano sembrado de césped y una grada para disimular el descampado.
Además, Eroski anuncia que adapta su proyecto y lo reduce casi a la mitad. Quizás así pueda ser viable, y puede que hasta lleguemos a tener un centro comercial en la ciudad del Tajo, aunque, visto en funcionamiento de algunos cercanos, no sabemos si tendrá un gran futuro. Mientras tanto, potenciar el centro de Ronda no sería una mala idea como alternativa y única realidad
