La Plataforma Nuevo Hospital ¡Ya! ha reivindicado, a través de un comunicado, que el servicio de Urgencias del nuevo Hospital Serranía de Ronda cuente con más personal, recursos y medios, para así, según afirman, poder prestar a los usuarios de la comarca una atención efectiva y acorde con las necesidades actuales.
En este sentido se afirma desde este colectivo que las nuevas Urgencias deben representar una mejora incuestionable en la asistencia hospitalaria urgente en la Serranía y “no solo en el importante apartado del confort de las instalaciones”.
También se señala que en unos tres meses, cuando finalice el traslado, “por fin, desaparecerán las viejas urgencias del viejo Hospital y con ellas el único ascensor que durante más de 20 años les ha comunicado con el resto de las instalaciones. Urgencias con un espacio, estructura y ambiente inhóspito, a veces incluso casi bélico, donde los pacientes, familiares y profesionales frecuentemente se hacinan para ser atendidos o realizar su labor asistencial”.
Por tanto, la apertura de las urgencias en el Nuevo Hospital “será sin duda un paso fundamental para la mejora de la asistencia hospitalaria en nuestra Serranía que debe dar fin al continuo ataque al derecho a la intimidad de los pacientes”, señalan.
Igualmente consideran por ello es necesario dotarlas de más personal que, por ejemplo, en el caso de los facultativos ponga fin a la utilización de los médicos residentes como personal de plantilla, “o a los agotadores e interminables turnos, que ponen en riesgo la salud tanto del paciente como del profesional”.
Sin embargo, también entiende esta plataforma que no sólo es cuestión de espacio y de personal, también lo es de tiempo para la necesaria formación, y de medios para desarrollar su labor profesional. “Nos referimos especialmente a disponer de unas fluidas y estables herramientas informáticas que no suelen tener en cuenta los requerimientos específicos de la atención urgente y son percibidas por los profesionales como una dificultad adicional que entorpece la necesaria agilidad y la propia seguridad de la actividad”.
También apuntan que es imprescindible disminuir la alta frecuentación y presión de urgencias que sólo es posible con una mejora de la atención primaria, tan fundamental en el sistema sanitario como infravalorada y financiada; acabando con las crecientes listas de espera, lo que requiere necesariamente más inversiones, fomentando la educación sanitaria de la población, sometida, al igual que los profesionales de la salud, “a un continuo bombardeo de propaganda procedente de la poderosa industria farmacéutica”
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