Se dice que la política es la actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a un grupo, sociedad o país; su nombre nos llega del griego y etimológicamente a tenor del mismo origen, viene a significar lo mismo que policía, aunque con matices. Si bien ambos pretendan el buen gobierno hay a veces disonancia entre los criterios porque la autocracia de los políticos contrasta con las obligaciones de los policías, es como decir que muchos policías tienen como si dijéramos las manos atadas al estar sujetos y limitados por la obediencia debida.
Es notorio el aumento de robo de carteras ocurrido en los últimos años a tenor del aumento del turismo, sin embargo, eso no significa que hayan aumentado las denuncias que son los datos que manejan los políticos que piensan y dicen que “Ronda va bien”, cuando no es del todo cierto. La falta de denuncia en muchos casos, muchísimos, hace a los políticos pensar que los robos han disminuido y ello se debe simplemente a la poca esperanza que tienen los robados de recuperar lo sustraído y al mismo tiempo evitan incomodidades y contratiempos en su visita programada. Los Policías, que los hay que sienten mucho su profesión, sufren con ello la falta de medios para poner fin a la chulería de los ladrones profesionales que nos visitan intermitentemente.
Cuando se quiere demostrar una cosa que no es y que no tiene demostración se utiliza el método llamado en matemáticas “método por reducción a lo absurdo”, que consiste en suponer lo contrario de lo que queremos demostrar y a partir de esa hipótesis de partida se razona con la lógica para llegar a una contradicción, a un absurdo que es la que nos sirve para demostrar y dar por buena la hipótesis de partida. Para aclarar este método habrá que estar instruido en cálculo de operaciones y por lo tanto lo resumimos con el ejemplo clásico en la vida normal que es, la llamada tomadura de pelo. La propia policía, dicho por boca de alguno de ellos, sufre por dejación de funciones cuando los ladrones están actuando y ellos tienen que atender otros menesteres. Este uso y concepto está claramente definido en psicología y se llama Disonancia Cognitiva que hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones que percibe una persona al mantener al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en pugna con sus creencias. Entre los guías se aprecia clarísimamente cuando muchos autócratas propugnan los grupos de 30 personas máximo y ellos llevan 50.
La llamada teoría del deber es una rama de la deontología de profesionales que llevan a gala muchos, entre ellos numerosos policías que sufren en el mismo grado que las víctimas los quebrantos que produce la delincuencia.
A veces grupos políticos ejercen amparados por la legalidad un abuso del derecho que es la situación que se produce cuando el titular de un derecho subjetivo actúa de modo tal que su conducta de acuerdo a la ley, significa un ejercicio contrario a la buena fe y causa daños a terceros, eso sí, el atropello, tiene en el caso que nos ocupa la atenuante que no se tiene la intención de perjudicar a nadie sino solo hacer creer que estamos bien cuando no lo estamos. Pongamos como ejemplo en el reparto de un pollo entre dos personas hambrientas, el funcionario no tiene intención de dejar al otro sin comer, pero sí pretende y consigue llevarse el pollo entero, aunque los números digan que hemos cabido a medio pollo.
El turismo en Ronda es un asunto capital y habrá que hablar, contrastar y actuar más y más.
Sin acción no hay resultados, y aunque una buena planificación es importante, si te pierdes en ella olvidándote de la acción, jamás lograrás los objetivos. Mucha gente se abandona en el pensamiento positivo y creen que no hay que hacer nada más que quedarse esperando. Pensar en positivo está muy bien pero a la vez hay que alinearse con las metas y colocarse estratégicamente para que ocurra lo que quieres y esto necesita acción, al final, no nos preguntarán qué hemos sabido, sino qué hemos hecho.