La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a 15 años y siete meses de cárcel a un vecino de Ronda que incendió en la madrugada del 27 de julio de 2014 la casa en la que dormían su expareja, de la que tenía una orden de alejamiento, y el nuevo novio de ella, que salvaron la vida por poco al esconderse en el baño hasta que los bomberos consiguieron rescatarlos.
Según publica hoy La Opinión de Málaga, el acusado ha sido sentenciado por un delito de incendio en relación con dos ilícitos de homicidio en grado de tentativa y otro de quebrantamiento de condena. Además de los 15 años y siete meses de cárcel, no podrá acercarse a la pareja ni comunicar con sus miembros durante una década, a pagar 5.400 euros a su exnovia por los daños psíquicos y lesiones causados y a indemnizarla en 20.832 euros por los daños que sufrió la casa, además de tener que hacer frente a las costas del proceso.
Según consta en el apartado de hechos probados de la sentencia, al procesado M. B. N. le impuso el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Ronda la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de su expareja y de comunicar con ella. Él, pese a tener constancia de la medida, el 27 de julio de 2014, en una hora comprendida entre la una y las tres menos cuarto de la madrugada, se acercó al domicilio de la mujer, ubicado en una plaza de la localidad rondeña. «Fue sorprendido por la mujer cuando se encontraba encaramado a las rejas de una de las ventas», afirma el tribunal, tras lo que se bajó. La víctima le dijo: «Te estás saltando la orden de alejamiento, que te estoy viendo», expresiones que escuchó su nueva pareja, que se encontraba junto a la perjudicada sin desvelar su presencia pues no querían que los padres de ella supiesen que estaba con otra persona, «pese a lo cual el encausado voceaba diciendo ‘si es hombre que salga». Luego, se marchó del lugar.
Sobre las 4.20 horas del mismo día, el procesado se decidió a «poner en peligro la integridad física de la pareja» y decidió quemar la vivienda. «Representándosele la posibilidad de que se produjera un resultado mortal para los mismos por asfixia pues suponía que podían estar dormidos, prendió fuego en la parte baja de la vivienda, iniciándolo a través de una ventana que consiguió abrir», aclaran los magistrados.
El fuego se extendió, al igual que un denso humo, por toda la casa y llegó hasta las habitaciones y los pasillos del piso superior, lo que obligó a la pareja de novios a refugiarse «en uno de los cuartos de baño para evitar que su vida se viera comprometida». Los afectados llamaron a los bomberos, cuyos efectivos lograron rescatarlos, aunque los daños que sufrió el inmueble se han valorado pericialmente en 20.832,37 euros.
Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufre un menoscabo físico consistente en un trastorno de estrés postraumático evolucionado hacia un trastorno adaptativo. Para sanar, precisó de una primera asistencia sanitaria y de tratamiento psicológico. En total, invirtió 180 días en normalizar la situación. Su novio no sufrió secuela alguna por estos hechos.
Contra esta sentencia cabe la interposición de un recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo. El procesado, que tiene 31 años de edad, está en prisión preventiva desde julio de 2014, lo que significa que ya lleva dos años entre rejas que han de descontarse de los más de 15 años de cárcel que se le han impuesto por la Sala juzgadora.
