Un estudiante rondeño de Bellas Artes ha desatado la polémica, tras denunciar a través de las redes sociales la “aberración” que ha sufrido el emblemático Arco de Felipe V, después de que su parte trasera fuera enlucida en el año 2014 con cemento para evitar el desprendimiento de las piedras.
Esta denuncia ha generado una auténtica movilización en las redes sociales, que incluso ha provocado que la concejal delegada de Patrimonio, Paqui González (IU), haya anunciado que el Ayuntamiento va a realizar un estudio con el objeto de intentar devolver a este emblemático monumento su estado original, o al menos disimular el daño que ha sufrido en su estructura.
Fue la actual primer teniente de alcalde y concejal delegada de Turismo, Isabel Bariga (PA), la que en aquella época, cuando ostentaba la Delegación de Obras, dio las instrucciones oportunas para que se actuara sobre el monumento para “evitar su deterioro”, según ha explicado a Diario Ronda. En este sentido ha asegurado que “seguí las indicaciones que me hicieron desde la Brigada Municipal de Obras y del equipo de arqueólogos municipales”.
Tras finalizar los trabajos, la propia concejal publicó en su cuenta de twitter el siguiente mensaje: “Arreglado el problema de filtraciones en el Arco de Felipe V. (Se había desplazado la clave)”, con lo que la edil daba por finalizada la actuación de mejora.
Así las cosas, y tras el revuelo que se ha generado, la alcaldesa, Teresa Valdenebro (PSOE), acompañada por la concejal de Patrimonio y técnicos municipales, se han desplazado hasta el monumento con el objeto de analizar in situ el estado que presenta y estudiar posibles actuaciones para que no desentone con el entorno de piedra que rodea todo ese enclave histórico, monumental y cultural.
Actualmente la andalucista Barriga participa en el equipo de Gobierno Tripartito (PSOE, PA e IU), que ahora pretende realizar con carácter urgente un estudio para analizar si es necesaria una actuación en el monumento, para evitar el impacto visual que causa la restauración realizada en 2014.
Tras el hundimiento del primer puente nuevo en el año 1.741, se planteó la necesidad de mejorar esta entrada de la ciudad debido al gran flujo de personas y mercancías que de nuevo se vieron obligados a utilizarla.
La vieja Puerta Árabe de la Puente fue sustituida y agrandada por la actual durante el reinado del primer Borbón del trono español, Felipe V, en el año 1742, según consta en la inscripción en piedra situada próxima a la puerta.
Este emblemático monumento de la ciudad consta de un arco doble de sillería, coronado por tres pináculos y adornado con la concha de los Anjou y el escudo real de los Borbones en su cara exterior.
