El Defensor del Pueblo Andaluz ha actuado como Defensor y del Pueblo, pero no sólo del andaluz, más bien de toda Europa y parte del extranjero, que diría el otro. Fue en la comparecencia que realizó el pasado lunes en el Parlamento ante la comisión de Gobierno Interior y Peticiones para presentar el informe anual de la institución del año 2011, cuando les dijo a los parlamentarios allí presentes “la gente está hasta el gorro de ustedes” añadiendo “La vida se nos va a veces en la peleíta, y la gente está muy enfadada” y pidió a todos los grupos “realizar un ejercicio de buena voluntad” para “resolver los problemas del personal”, eso sí, dejó claro que lo decía “con todo el cariño” ya que los que necesitan cariño en este país de nuestras entretelas son los políticos y los banqueros, los que nos han llevado a esta tremenda falta de ética y corrupción generalizada, no los sufridos ciudadanos que soportamos a éstos.
Y es cierto lo que dice el Sr. Chamizo, estamos hasta el gorro de esta indefinición política y de que hagan los partidos lo que les viene en gana. No sabemos si votamos a los partidos o a las personas, ya que si lo creen conveniente nos cambian a un Presidente de la Junta de Andalucía, en huida hacia adelante por el tema de los ERES, por otro al que no habíamos votado. O nos cambian al Alcalde de Madrid, en huida también por el tema de la tremenda deuda que deja, poniéndonos de sucesora a toda una ex como es la señora Botella. Pero si en cambio no les interesa, nos dicen que las actas de diputados o concejales son personales y no pueden hacer que el implicado en cualquier tema dimita y le deje su puesto a otro.
Ahora nos salen con la demagógica petición de reducir los parlamentos autonómicos, pero no se engañen, no para bajar el gasto, se repartirían lo mismo entre menos, sino para intentar que los parlamentos no se conviertan en lugares de verdadero control, el objetivo es vetar la entrada de nuevos políticos y que se quede todo en un tuya-mía entre PP y PSOE.
Eso hasta que los ciudadanos nos indignemos realmente y le hagamos un ERE a todos los políticos actuales apostando por una nueva generación de personas que miren un poquito más por nosotros. Sólo un poquito más.