Otros año más, como todos, ha llegado el Miércoles de Ceniza y nos adentramos en la Cuaresma, esos cuarenta días que nos llevarán, de nuevo, a la Semana Santa. Y Otra vez, como todos los años, en Ronda estamos preparándonos para celebrar el Carnaval.
Justo cuando en todos los lugares del mundo están enterrando la sardina (o boquerón o como lo llamen en los distintos sitios) que significa el final del carnaval, aquí estamos con el pregón del magnífico, y sin embargo amigo, Juan Miguel Aguilar recién oído y con las Reinas y Dios Momo recién nombrados, con el desfile en la calle y con todos los actos que se hacen previa la Cuaresma por hacer o haciéndose.
Ya es una tradición que reivindique desde estas páginas que el Carnaval se celebre en sus fechas, no voy a volver a decir que no se pueden acomodar las fechas y que nos vendría mejor la Semana Santa, por ejemplo, en julio para evitar las lluvias, ya que tiene su fecha en el calendario, como bien decía la canción, o las Navidades en octubre, así las separamos de año nuevo y no tenemos tantas fiestas juntas, en fin, yo sigo con mi tarea, porque las fiestas, a mi entender, tienen sus días y sus motivos, que no debemos cambiar a nuestro antojo, aunque “doctores tiene la iglesia” que se suele decir.
El caso es que estamos en pleno fin de semana de Carnaval, para disfrute de todos, entre los que me incluyo, de disfraces cuasi imposibles y otros típicos ¡cómo gusta a los hombres vestirse de mujeres! De letras de agrupaciones con la chispa que se requiere y con los políticos buscando entre unos libretos y otros a ver quién lo critica más, con lo bonito que es eso. Recuerden señores políticos que uno no es nadie hasta que no lo critican en las letras de Carnaval.. Disfrutemos de estos días de la carne, que la abstinencia está a la vuelta de la esquina.